"En un mes habrá nueva política de seguridad nacional, con resultados inmediatos"

Ayer por la mañana, horas antes de tomar posesión de su cargo como director de la Seguridad Nacional, en Madrid, el señor Salazar Simpson despachaba los últimos asuntos en el Gobierno Civil de Vizcaya. EL PAIS pudo recoger sus últimas declaraciones antes de abandonar el País Vasco. «En mi despedida, deseo para esta tierra la pacificación definitiva y que disminuya cuanto antes la excesiva radicalización que se registra en la actualidad. En este sentido, creo que el Estatuto de Autonomía vasco ha de contribuir poderosamente a la normalización de la vida en el País Vasco.»

Con la vista puesta en su nuevo cargo -responsable directo de la seguridad nacional-, el señor Salazar Simpson afirma tener un buen número de proyectos que han de resumirse y conformar en un mes -tal es el plazo que se marca- una nueva política de seguridad nacional que tiene dos vertientes: la teórica y la práctica. Con respecto al primer punto, el señor Salazar Simpson afirma: «Vamos a tratar de propiciar el reconocimiento de todos los ciudadanos de la labor de lo que los cuerpos de Seguridad del Estado realizan para el amparo y efectividad de los derechos y libertades de la persona. A los cuerpos citados trataremos de dotarlos de los medios humanos y materiales necesarios para el eficaz cumplimiento de esta misión.»«Creo -afirma- que el choque psicológico que ha producido la implantación en España de la democracia en junio de 1977 y, digamos su "puesta de largo" en marzo de este año, tiende a que por parte del ciudadano medio se consideren únicamente los derechos y libertades que le asisten., olvidando, quizás, que esos derechos tienen su límite en los de los demás.»

En el plano puramente práctico, el nuevo director de Seguridad Nacional, que asume la dirección de los cuerpos integrantes de la Policía y ha de disponer la organización y ejecución de todos sus servicios, pretende llevar a cabo una amplia reorganización interna en aquéllos. Pieza clave en la operación será, al parecer, el logro de una permanente coordinación en las actuaciones de los cuerpos de Seguridad del Estado. «Este aspecto -señala- se estudiará con toda dedicación para que la política que se va a seguir produzca resultados inmediatos. Si esto es así, en España se va a notar pronto un incremento de la seguridad ciudadana.»

Mejorar la organización

«Hasta hace poco tiempo -afirma el señor Salazar Simpson- se carecía de una organización cuidada de la seguridad ciudadana. La improvisación y la buena voluntad suplía dificilmente la necesidad de una verdadera política bien planificada en este sentido: una política dirigida y coordinada en la que no deben caber "parches" ni actuaciones individuales. La importante labor de las fuerzas de seguridad del Estado debe ser bien oroanizada y encauzada para que de sus frutos apetecidos.»El señor Salazar Simpson confirmó a EL PAIS que la creación del nuevo cargo de director de la Seguridad Nacional estaba previsto por el Ministerio del Interior cuando era titular Rodolfo Martín Villa. «No supone otra cosa que el desarrollo de la ley de Policía que entró en vigor con Martín Villa. De él partió la idea del puesto y ahora el ministro Ibáñez Freire la ha mantenido.»

Luis Alberto Salazar Simpson considera que su puesto tiene el carácter de una labor estratégica y táctica, en tanto que la realización práctica de esa política estará más en manos del director general de Policía, el señor Sairiz, quien ocupó hasta el verano pasado el cargo de Jefe superior de Policía en Bilbao.