"En el partido hay dos tendencias: los que trabajan y los que no trabajan"

«En el partido hay dos tendencias perfectamente delimitadas: aquellos que trabajan, los que dedican horas de esfuerzo y trabajo, y los que no se lo dedican y luego lo tienen que compensar con muchas declaraciones, con escandalillos verbales», afirma Alfonso Guerra, secretario de Organización del PSOE, en una entrevista concedida a la agencia Europa Press.El señor Guerra desmiente que en su partido exista un aparato controlado por él. «Decir que el aparato del partido es rígido, centralizador, es una broma -asegura el citado dirigente socialista-, porque lo que le falta al partido es un aparato. El PSOE es un poco ácrata, muy permeable, hiperdemocrático, en el que cada uno opina lo que quiere y no pasa nada, y me parece bien que no pase nada.»

Para el señor Guerra, el XXVIII Congreso socialista será «como los anteriores, es decir, un congreso vivo, polémico, dinámico, crítico, y, en alguna forma, se puede decir que todavía no se conoce a dónde va a ir el congreso; vamos un poco a lo desconocido y del congreso puede salir todo. Lo que pasa es que el sentido común de la mayoría de los militantes hace que al final la mayoría sea la posición lógica, coherente con el partido, con sus principios y con la relación política del momento».

«El congreso no será una balsa de aceite, afortunadamente -agrega-, pero tampoco será el escándalo que desde ciertos sectores de la opinión pública se pretende que sea.»

Respecto al famoso tema del marxismo, Alfonso Guerra dice que «muchos de los que nos dan consejos sobre la conveniencia de quitar o poner el término marxismo no saben lo que es, no han leído nada sobre él ni les interesa. Lo que pasa es que identifican el definirse como marxismos, unos, como la pureza ideológica, y otros, como la diablura máxima que lleva al caos a todos. Desde mi punto de vista estrictamente personal, yo creo que el partido no está obligado a renunciar a ninguno de sus principios; el asumir los principios de cada etapa del partido es una obligación y algo inevitable, porque no es posible prescindir de la aportación de Carlos Marx en una ideología contemporánea».

«Es absurdo el plantearse la cuestión ideológica de si se puede abandonar o no tal aportación ideológica. El congreso probablemente va a decepcionar a los que desde fuera del partido se están frotando las manos con el debate. Creo que el congreso asumirá y ratificará todas las aportaciones que ha venido estableciendo a través de cien años de historia. »