Ofensiva de los sindicatos portugueses contra el Gobierno
Mientras el presidente de la República y los partidos políticos multiplican los contactos para intentar encontrar una salida a la crisis político-institucional, que amenaza con el bloqueo progresivo de la vida portuguesa, los sindicatos han iniciado una ofensiva en el sector social.
A partir de ayer se están registrando una serie de huelgas significativas tanto por su incidencia sobre la vida económica nacional como por su carácter de advertencia en relación con una crisis laboral de mayor alcance.
Con el bloqueo de la negociación colectiva, consecuencia de la disputa entre Gobierno y Parlamento sobre la fijación de los topes salariales para 1979, el poder de compra de los salarios sigue degradándose a ritmo acelerado. Las manifestaciones del pasado Primero de Mayo, marcadas por una gran participación numérica y por la agresividad de las criticas contra el Gobierno formuladas por las dos centrales sindicales.
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