El integrismo de TVE

Dicen que vivimos en un país democrático. Que disfrutamos de un sistema político en el que el pueblo ha recuperado su soberanía, y lo más irónico es que esto se nos repite continuamente por los estáticos bustos parlantes televisivos. Porque lo que no dicen es que esa pretendida democratización de la vida española no ha alcanzado a todo el territorio. Y la muestra más clara nos la ofrece la propia TVE, bastión, al parecer, inexpugnable del integrismo, la manipulación y la censura, donde sigue cabalgando la saga de los Arias-Salgado, que, armados de chirriantes tijeras y de modernos y relucientes teléfonos, no permiten que los que les pagamos, es decir, los contribuyentes, podamos asistir a un coloquio libre sobre una obra que da un enfoque nuevo de la historia de España, como fue el anunciado y no emitido programa de «Encuentro con las letras» sobre el libro de Sánchez Dragó, o que conozcamos la visión que ofrece una producción francesa sobre el Siglo de Oro español, por citar sólo pequeñas muestras de su mal hacer y de su bien manipular y censurar.Pienso, como ciudadano de a pie y como contribuyente preocupado por el fin a que se destina su dinero, que es inadmisible que se aprovechen de nuestro bolsillo para la utilización arbitraria y sin control del más potente medio de comunicación social, y que ya va siendo hora que comiencen a considerarnos como adultos, que no nos conformamos sólo con que nos lo digan.

Por otra parte, tengo pocas esperanzas en que el cambio llegue de verdad a Prado del Rey, porqué, como dice un viejo refrán, «Dadme pan y llamadme tonto ... »