Victoria holgada de los conservadores en Gran Bretaña

Margaret Thatcher es desde ayer la primera mujer que accede a la jefatura de Gobierno de un país europeo, tras la holgada victoria conseguida por el Partido Conservador en las elecciones británicas. Los conservadores lograron 339 escaños frente a los 268 de los laboristas y aventajan en 43 escaños cualquier posible coalición de partidos. Ello permite a los tories gobernar en solitario, al tiempo que les confiere una maniobrabilidad política de la cual James Callaghan, el líder laborista que ayer abandonó Downing Street, careció durante su mandato y que hizo posible la caída de su Gabinete.

Otro de los datos más significativos de estas elecciones lo ha sido la pérdida de electores por parte de los nacionalistas escoceses, un notable retroceso de los liberales -por primera vez en veinte años, el líder Jeremy Thorpe perdió su escaño- y el avance del radicalismo anglófilo en Irlanda del Norte, donde las posiciones del reverendo lan Paisley han resultado reforzadas.La señora Thatcher, que en distintas ocasiones ha afirmado que el partido homólogo del suyo en España es UCD, acomete una ardua tarea política que pasa desde la composición de su Gabinete, encargo que le fue hecho ayer por la reina Isabel II, hasta la solución del problema norirlandés. Como tarea inmediata, ha de poner en marcha los planes para materializar las promesas preelectorales de reducciones de impuestos, tan bien acogidas por los electores. Sin embargo, el cometido más espinoso que ahora se le presenta es el de conseguir mitigar las tensiones con los sindicatos, cuya fuerza sigue siendo enorme. Las Trade Unions han avanzado su posición ante la elección de Margaret Thatcher sin hostilidad previa de ningún tipo, lo que permite presagiar un compás de espera sereno hasta que el nuevo Gobierno adopte las primeras medidas de su prometida reforma para restringir el poder sindical.

En la política interior, pues, el problema número uno a encarar por el futuro Gabinete británico va a ser el de eliminar la agitación huelguística que ha sacudido las islas durante este último invierno, con graves repercusiones económicas y sociales. En el aspecto exterior, la llegada a Downing Street de la señora Thatcher permite augurar un cambio de matiz en el tratamiento de los problemas de la Europa comunitaria y de la OTAN, cuestiones ante las cuales los conservadores se han mostrado más receptivos que sus antecesores. Es previsible, además, un replanteamiento de la cuestión rodesiana. Tanto lan Smith como el obispo Abel Muzorewa, han recibido esperanzadamente los resultados de las elecciones británicas.

Ayer el presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, envió un telegrama de felicitación a la jefa del Gobierno de Gran Bretaña, en el cual manifestaba su esperanza en un fortalecimiento de: las relaciones bilaterales.

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