El Barcelona, justo finalista de la Recopa

El fútbol español tendrá un representante en una de las finales continentales. El Barcelona ganó de penalti en Beveren -también lo había hecho en el partido de ida-, a falta de tres minutos para que el encuentro concluyera y logró así un puesto en la final de la Recopa, que se disputará en Basilea el 16 del próximo mes. Medio millón de pesetas para cada jugador azulgrana en concepto de prima y el ser el triunfo en este torneo prácticamente la única posibilidad de jugar la próxíma temporada una competición europea, transformó al Barcelona, que jugó al ataque y con absoluto derroche de energías. Sólo KrankI emuló sus discretas actuaciones ligueras fuera del Camp Nou, en un campo difícil y ante un rival al que el conjunto azulgrana le hizo inferior. Pero al forzar el penalti y al tener la energía y la serenidad para lanzarlo después de Rexach, se redimió.La temible salida en tromba del Beveren sólo duró dos minutos. El Barcelona ganó la partida en esos siempre peligrosos primeros momentos, cuando el equipo local de turno busca el gol rápido. Tuvo sentido de la anticipación, fuerza y derroche de energías; hasta en este capítulo se incluyó el frío Rexach. Los primeros disparos a puerta del partido fueron azulgranas -Heredia y Krankl, fuera- y fue el prodigioso Pfaff el que, en el minuto veintidós, evitó que el domirvio azulgrana tuviera reflejo en el marcador.

El Barcelona se mostró en los comienzos un tanto sorprendente para actuar fuera del Camp Nou. Buscó el gol sin apoyarse necesariamente en Krankl -muy marcado por Buyl-, obedeciendo una estrategia que tenía mayor carácter ofensivo que defensivo y en la que Migueli tuvo vía libre para intentar el remate por alto en la puerta contraria. Fue valiente el planteamiento de Rifé, porque arriesgó y precisamente en un campo al que se conoce como «la ratonera». De esta manera fue el Barcelona el equipo que estuvo más cerca del gol en la primera parte, pues su mayor dominio dejó en esporádicos los ataques de su rival.

Así evitó el Barcelona un peligro inesperado: el de la ruidosa afición local. Aunque bastó un momento de desahogo en el juego catalán, poco antes del descanso, para que se produjeran dos ataques consecutivos locales y el griterío pusiera en el aire unos decibelios que llegaron a superar el límite de lo permisible.

En la segunda parte, el Beveren sejugó la baza de combinar con la mayor rapidez posible sus acciones atacantes, única posibilidad de evitar la anticipación de ladefensa azulgrana. Migueli -tuvo una actuación extraordinaria- fue el freno de esta táctica saliendo al cruce, a pesar de marcar al alto Stevens, cuando los rivales jugaban el bllón a los espacios libres.

Lo que le faltó al Barcelona en la segunda parte fue poderío fisico para soportar el mismo ritmo que impuso en la primera. Esta fue la consecuencia lógica de haber llevado el mayor peso del encuentro. Pero el Beveren también contó con un hándicap pafticular: el jvigar contra reloj y con mayor precipitación según transcurrían los minutos. Más esto no dejó exento al Barcelona de pasar por situaciones apuradas, cuando el Beveren atacó con cinco delanteros, y así Artola evitó el gol a los 66 minutos en un alarde de reflejos. Al final, la sustitución del defensa libre Van Genecliten por el argentino Lisazo, última baza desesperada del Beveren, abrió la brecha del peligro de Krankl. Y si antes un enorme tiro de Neeskens lo desvió Pfaff, un centro de Rexach lo cabeceó el austriaco con peligro; otra gran jugada clásica de las suyas la desperdició el extremo tirando alto cuando estaba solo y, para final, forzó el penalti, que también transformó. Los belgas sólo tuvieron antes del gol azulgrana en un cabezazo de Albert, tras otro fallo de De la Cruz, el único desafortunado, su única ocasión. Pero Artola estaba otra vez allí para guardar el camino de Basilea.

El Fortuna, rival en Basilea

El Fortuna de Düsseldorf, pese a perder con 2-1 en Ostrava ante el Banik checo, será el rival del Barcelona en la final, pues había ganado por 3-1 en el encuentro de ida. Copa de Europa: Malmoe, 1; Austria, 0 (0-0). Colonia, 0; Nottingham Forest, 1 (3-3). Malmoe-Colonia, final en Munich el 30 de mayo. Copa de la UEFA: Hertha de Berlín, 2; Estrella Roja de Belgrado, 1 (0-1). Final, a doble partido, 9 y 23 de mayo, Borussia-Estrella Roja.