Comisiones Obreras aboga la integración de Minas de Figaredo en Hunosa

El cierre de Minas de Figaredo, la subvención, la integración de las minas en una empresa pública dependiente de Hunosa o la integración de las mismas en Hunosa son las cuatro alternativas que el Ministerio de Industria plantea en un informe sobre el futuro de esta explotación minera en crisis. Comisiones Obreras, por su parte, en un amplio escrito, rechaza las tres primeras soluciones para considerar la integración de Minas de Figaredo en Hunosa como única alternativa válida.

La central sindical invoca la importancia del carbón siderúrgico de esta explotación, del que España es deficitaria, y el ahorro de divisas que supone su producción de un carbón de excelente calidad apto para mezclar. La integración de Minas de Figaredo en Hunosa supondría un importante ahorro de inversión respecto al pozo Barredo y una mejor racionalización y aprovechamiento de las reservas del yacimiento, ya que Figaredo y Barredo tienen paquetes comunes. El escrito de Comisiones Obreras pone especial énfasis en la excepcional importancia de las razones sociales, tanto desde el punto de vista del mantenimiento de los 1.600 puestos de trabajo de la mina como desde el entorno social, dada la gran sensibilización de la comarca del Caudal y de la región asturiana sobre el futuro de esta explotación minera. El cierre de la explotación no es aconsejado por el informe del Ministerio de Industria, que da un saldo favorable a la continuidad de la explotación de 390 millones de pesetas. Las pérdidas que produciría la mina durante los años 1979, 1980, 1981, más las inversiones necesarias durante el mismo trienio, supondrían 2.906 millones de pesetas. El cierre significaría al erario público 3.296 millones de pesetas en indemnizaciones, subsidio de desempleo y divisas invertidas para importar carbón de la misma calidad durante dos años.Comisiones Obreras se pronuncia en contra de la subvención por entender que el deterioro de la convivencia social en el colectivo de trabajadores y la dirección hace inviable la continuidad de los actuales empresarios y porque la subvención por tonelada producida acabaría de esquilmar los yacimientos.