Firmado el acuerdo municipal PSOE-PCE
Alfonso Guerra, en representación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y Santiago Carrillo, por parte del Partido Comunista de España (PCE), firmaron ayer en Madrid el acuerdo marco sobre política municipal que permitirá a estas dos fuerzas y a diversas formaciones nacionalistas y progresistas controlar los ayuntamientos más importantes del país. El secretario general del PCE y el dirigente socialista, que excusó la ausencia de Felipe González, de viaje por Latinoamérica, destacaron en el transcurso de una conferencia de prensa, que siguió al acto protocolario, la importancia del compromiso contraído, al tiempo que insistieron en que éste no suponía la resurrección del frente popular, en réplica a declaraciones formuladas por varias personalidades de la derecha.
El Partido Socialista Obrero Español dirigirá en base a este acuerdo 1.082 ayuntamientos, 368 de ellos gracias al apoyo comunista, mientras miembros del PCE regirán unos doscientos. Aproximadamente veinte millones de españoles tendrán alcaldes vinculados a una de estas dos fuerzas.Santiago Carrillo y Alfonso Guerra anunciaron que sus partidos recurrirán a movilizaciones ciudadanas y otras formas de presión si el Gobierno decide bloquear la gestión de los ayuntamientos controlados por la izquierda, aunque expresaron su confianza en que no se llegue a tales extremos. «Sería una agresión a veinte millones de personas», afirmó Carlos Alonso Zaldívar, uno de los representantes del PCE en la comisión que a lo largo de diez días ha negociado el acuerdo. El secretario de organización del PSOE comentó a su vez: «UCD nos tiene acostumbrados a muchas locuras, pero le será muy difícil efectuar un boicot, tendrían que eliminar los ayuntamientos y no creo que tengan esa intención.»
El secretario general del PCE afirmó en el transcurso de la conferencia de prensa que UCD no había hecho propuestas a nivel oficial a socialistas y comunistas para imposibilitar el pacto, aunque señaló que habían tenido conocimiento de que concejales electos de ambas formaciones habían recibido proposiciones para recabar su apoyo a otras candidaturas a cambio de dinero y cargos, pero aseguró que no se podían atribuir formalmente a UCD tales ofertas.
Tanto Carrillo como Guerra coincidieron en que este acuerdo, «que teníamos la obligación política, moral e histórica de llevar a cabo», en palabras del dirigente socialista, supone el comienzo de una nueva etapa en las relaciones PSOE-PCE que conllevará una intensa cooperación en todo lo concerniente a la elaboración de leyes que afecten a la vida local. Ambos políticos descartaron que este compromiso municipal suponga una vuelta al frentepopulismo. «El PSOE y el PCE -dijo Alfonso Guerra- continúan siendo dos organizaciones autónomas que han tenido la sensibilidad de percatarse de que los sectores sociales a los que dirigen sus respectivas ofertas sociales estaban claramente convencidos de la necesidad de constituir ayuntamientos democráticos y progresistas.»
A una pregunta sobre el apoyo socialista a Herri Batasuna para la alcaldía de Pamplona, Alfonso Guerra respondió que más espinoso resultaría votar a UCD, «que es la que ha llevado a esta coalición al Parlamento al encarcelar a Telesforo Monzón».
Las negociaciones de la comisión mixta PSOE-PCE para elaborar el acuerdo marco que permite a estas dos formaciones y a otras fuerzas progresistas controlar 1.800 municipios se iniciaron el pasado día 7, 72 horas después de que Felipe González y Santiago Carrillo decidiesen establecer un compromiso de cooperación.
Aunque Santiago Carrillo declaró durante la conferencia de prensa de ayer, que se celebró en la sede del PSOE, que la negociación había sido fácil, lo cierto es que existieron momentos de gran tensión, según declaró a EL PAIS un miembro de la comisión mixta, derivados en gran parte por la presión de los comunistas para conseguir la Diputación de Madrid, pero el firme propósito de llegar a un acuerdo por ambas partes y las contrapartidas ofrecidas por el PSOE al PCE en la madrugada de ayer hicieron posible el pacto.
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