El COI amenaza a Francia con la expulsión del movimiento olímpico

Los próximos Juegos Olímpicos de Moscú celebran estos días las competiciones más duras y complicadas de su programa quince meses antes de que tenga lugar en la capital soviética su ceremonia de apertura, el 19 de julio de 1980. El peligro olímpico de la gira prevista para el próximo otoño del equipo nacional surafricano de rugby, los Springboks, por Francia, ha vuelto a la actualidad, ante la que pretendía realizar estos días el de la provincia de Transvaal y que se ha suspendido. El COI, por primera vez, ha amenazado a Francia con no admitirla en Moscú, y el propio Gobierno francés ha intervenido, también por primera vez, al juzgar inoportuna dicha gira. Finalmente, parece que no se llevará a cabo.

El boicot que los países africanos hicieron a los pasados Juegos Olímpicos de Montreal, en 1976, por la participación de Nueva Zelanda, cuyo equipo de rugby, los All Blacks, había efectuado una gira por Suráfrica en esas fechas, podía volver a repetirse aún a mayor escala, desde que la Federación francesa de Rugby concertó la gira de los Springboks surafricanos por el país galo. El apartheid surafricano, forma política de vida separada entre blancos, negros y otros razas mestizas, llevó ya a la ONU a condenar cualquier tipo de relación deportiva con Suráfrica. El grave problema es que esa forma de vida incide directamente también en el deporte, aunque precisamente en rugby, deporte no olímpico y que, por su tradición, quiere seguir relacionándose con Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Francia o Argentina, la élite mundial, se hayan hecho los mejores esfuerzos para paliarla. Se han hecho ya equipos multirraciales, y precisamente la condición que la Federación francesa de Rugby impuso siempre para la gira de los Springboks fue que en el equipo vinieran por primera vez negros. Sin embargo, ha sido ya curioso que un equipo de la provincia de Transvaal que pasó por Madrid, e incluso en años pasados llegó a jugar contra alguna selección española, arribó a Francia con jugadores solamente blancos. La disculpa que dieron es que las federaciones negra y mestiza no habían querido integrar a ningún jugador suyo.La polémica sobre esa posible visita de los Springboks, se ha recrudecido ahora con motivo de la presencia del equipo provincial surafricano, Invitado por el París Université Club, este equipo ha debido desistir del partido, al renunciar los de Dax -el alcalde se negó a dejar las instalaciones-, La Voulte -el pleno municipal recordó la resolución de la ONU- y Niza. Todos ellos temían las manifestaciones antiapartheid y ser los posibles iniciadores de una crisis mucho más grave. Ayer se supo en París que Lord Killanin, por medio de una carta, hacía efectiva la amenaza a Francia por parte del Comité Olímpico Internacional de no invitarla a los próximos Juegos ,Olímpicos e incluso expulsarla del movimiento olímpico. El COI, según Killanin (que ha tardado mucho en reaccionar y sólo envió una carta de advertencia a todos los comités olímpicos nacionales el pasado 20 de marzo) aplicaría el artículo 23, párrafo 8, de la Carta Olímpica. Por este artículo se faculta a tomar esas decisiones al COI sobre todo país que infrinja las reglas olímpicas, como puede ser ahora tener relaciones con países no miembros, caso de Suráfrica, y expulsada del movimiento olímpico por su política racista del apartheid. Esta carta del COI, por otro lado, acalla las palabras de Ignati Novikov, presidente del Comité Organizador de los Juegos-80, que declaró en Madrid su decisión de no admitir a países como Francia, cuando sólo puede hacerlo si te autoriza el máximo organismo olímpico. De cualquier forma, parece casi seguro que dicha gira no se efectuará, como ha ocurrido con la de Transvaal, pues el propio Gobierno francés, por medio de su ministro de Asuntos Exteriores, Jean François Poncet, tomó ya una postura clara al respeto, juzgando inoportuna y de consecuencias imprevisibles dicha gira. Poncet ha debido intervenir directamente cuando en anteriores ocasiones declinó la responsabilidad en el Comité Olímpico galo y éste, a su vez, en la Federación de rugby, que en su loable interés por separar política de deporte, y hasta valorando los esfuerzos rugbisticos surafricanos por una cierta integración racial, quería mantener a toda costa la gira, siempre que vinieran con los Springboks jugadores de color.

Jean Pierre Soisson, ministro francés de la Juventud, Deportes y Tiempo Libre ha declarado ya que la decisión sobre la gira será tomada, en última instancia, por el COF, pero teniendo en cuenta las recomendaciones del Gobierno, que coincide en su opinión con el COI.