El problema chino, pendiente de matices

La 81 reunión del Comité Olímpico Intemacional, que finalizó en el hotel Carrasco, cercano a la capital uruguaya, tomó como principal resolución el reingreso de China en el movimiento olímpico, sin la expulsión de Taiwan. Pero ello no quiere decir que el problema esté terminado. Finalizada la reunión el Comité Olímpico Chino (Pekín) informó que está en desacuerdo con la redacción de la resolución. Reiteró que al ser la isla parte de China debió haberse especificado que se mantenía transitoriamente la afiliación del Comité Olímpico Chino de Taiwan y que todo aquello que simboliza a la llamada República de China no debe ser usado. La comisión ejecutiva del COI se retiró satisfecha por el avance logrado, pero consciente de que el problema de fondo es político y, por tanto, está sujeto a los vaivenes de la política internacional. Prueba de ello es la presencia en Montevideo del mismísimo ministro de Deportes de China Popular para seguir de cerca el asunto.Por otro lado, a la aprobación de los informes de Lake Placid y Moscú, se sumaron otras decisiones trascendentes. Fue aceptada la Federación Internacional de Bowling, rechazándose la afiliación del tenis, por estar manejado por intermediarios inescrupulosos, del billar y el karate, al estar regidos por dos entidades distintas, y del esquí náutico por depender de propulsión mecánica. En atletismo no se aprobó la prueba de 3.000 metros para damas y se decidió restaurar, en los juegos de 1984, tres pruebas de natación que habían sido retiradas, negándose la inclusión de modalidad sincronizada. También se votó negativamente una solicitud de la Federación de Voleibol para reducir el número de jugadores por equipo de doce a once. Se aprobó, en cambio, la subida al podio de los seis primeros en cada prueba, con diplomas para los tres últimos. Respecto a lo recaudado por derechos de televisión de los Juegos Olímpicos de 1980, se informó que la distribución será: dos tercios para el comité organizador y un tercio para el COI, que a su vez repartirá tres tercios para gastos generales, solidaridad olímpica y federaciones, respectivamente. También, de ahora en adelante, se le restará un 10% a los dos tercios del país organizador para pagar a jueces y árbitros internacionales.