A la política del Gobierno

«Ayer juró el nuevo Gabinete de Suárez. Ya tenemos Gobierno. ( ... )Nos toca volver a las "cosas". Nos toca preocuparnos por la manera con que los nuevos alcaldes intentarán arreglar los desaguisados que han heredado; por la conquista de temas en los que esté complicada la tramitación de las cosas y en los que nuestros papeles no tengan que viajar tanto a Madrid; por el ejercicio cotidano de las libertades que nos corresponden; por el tipo de escuelas que necesitan nuestros hijos; por las condiciones reales de seguridad de las centrales nucleares que nos tienen dentro de su radio de catástrofe; por la forma de frenar los abusos del dinero; por la manera de resolver el drama de los conciudadanos que están en paro; por la obtención de una fórmula de divorcio que arregle la vida de las personas que están pilladas por no tener los medios suficientes para zanjar su asunto viajando a América; por...

¿Pero si todo eso también es política?, dirán ustedes. ¿No podemos salir de ninguna manera de esta trampa?, se preguntarán.

Hemos de confesarles que, desde nuestro punto de vista, no. La vida es así. Estamos metidos en un mundo en el que todo, nos guste o no, es política, incluso el decir "yo no creo en la política". Recuerde que los sectores más conservadores han impedido el desarrollo de las libertades fomentando esa idea.

Pero la política que viene es un poco más agradecida y humana que la del simple enunciado de nombres. Se trata de barajar las cosas normales, la vida misma.

No caigamos en la tentación de dejar esa política de ''la vida misma" en las manos exclusivas de los políticos. No nos marginemos. Tener buen cine, tener lectura interesante, tener espacios para pasear, tener hospitales gratuitos para el caso de una emergencia, todo eso, también depende de la política.

A Suárez le toca empezar a gobernar las cosas de una vez. A nosotros nos toca ser exigentes respecto a lo que queremos de la vida.»

, 7 abril