Moscú ultima ya los Juegos de 1980
La Unión Soviética, antes de conocer la decisión tomada por los representantes olímpicos reunidos en Montevideo, ha decidido recibir en los Juegos Olímpicos. a los representantes de las dos Chinas y de Israel, según se ha sabido en medios oficiosos soviéticos próximos al deporte. A pesar de que las relaciones entre los dos países no son ciertamente amigables, lo cierto es que la URSS reconoce una sola China, la de Pekín, y los dirigentes soviéticos han votado siempre por su admisión en el movimiento olímpico. Queda por ver solamente cómo aceptará China Popular su participación en los Juegos en tales condiciones, junto con los deportistas de Taiwan.Los soviéticos han decidido superar en previsiones a todos los Juegos anteriores. Cerca de 40.000 personas trabajan desde hace dos años en matizar todos los detalles. Nada se deja a la improvisación; por ejemplo, ya conocemos cuáles serán los apartamentos del centenar y medio de deportistas españoles que llegarán a Moscú en 1980 y se alojarán en la villa olímpica. Les ha sido asignado el bloque 5, entrada B. Tendrán por vecinos en la parte superior de sus viviendas a los atletas etíopes y de la República Dominicana. En su mismo piso, a la derecha, los representantes de Dinamarca, Honduras, Guatemala y Togo. A la izquierda, a los deportistas de México, Filipinas y Trinidad. Los delegados españoles que acompañarán a los atletas ocuparán una oficina de cien metros cuadrados, donde tres intérpretes les ayudarán en las tareas de traducción. Al parecer, todavía no se conoce el nombre de los intérpretes.
Alrededor de 230 millones de rublos, más de 27.000 millones de pesetas, es el presupuesto previsto para la organización de los Juegos Olímpicos, cifra bajísima si la comparamos con los 102.000 millones de pesetas invertidos en los de Montreal de 1976. Bien es cierto que la mayor parte se justifica en construcciones, y no es ningún secreto que la mano de obra en la URSS es considerablemente más barata que la de los países occidentales.
Dentro del plan general calculado hasta el año 2000, tanto la villa olímpica como la nueva arteria urbana Severni Luch (Rayo del Norte), que unirá las instalaciones deportivas con la ciudad, entran dentro de la planificación socialista del desarrollo de la infraestructura de todas las ciudades de este país. Terminados los Juegos, en el sureste de Moscú, donde ha nacido la villa olímpica, aprovecharán los nuevos apartamentos alrededor de 15.000 moscovitas, lo cual no deja de ser curioso, porque durante los Juegos servirán para 12.000 atletas. Y el nuevo barrio ciudadano contará con todos los servicios que se prevén actualmente, tales como centros culturales y comerciales y un importante complejo deportivo. Con esta misma perspectiva se construyen el resto de las instalaciones olímpicas, que llegan al centenar, y, por ejemplo, el centro de prensa pasará después de 1980 a convertirse en la sede de la agencia Novosty y de la Unión de Periodistas de la URSS.
Características de la villa olímpica
A quince minutos del estadio Lenin, centro de las competiciones, en la avenida Michurin, se alzan ya los edificios en los que sólo en algunos falta el mobiliario. Próximo a la villa olímpica se encuentra el conjunto deportivo Krilatskoe, donde se celebrarán las competiciones de remo, ciclismo y tiro con arco, y próximo también el bosque de Bitsevski, en el que tendrán lugar las pruebas de equitación y pentatlón.
Los deportistas se alojarán en departamentos de dos a cinco habitaciones. Según el estilo actual soviético de edificios prefabricados se han levantado dieciocho edificios iguales de dieciséis pisos. Están previstas habitaciones con camas especiales de 2,30 metros para los deportistas de mayor estatura. En la zona se ha construido un comedor con capacidad para 4.000 plazas, establecimientos de servicios, dos bares y almacenes generales. En el mismo lugar está el complejo deportivo, que consta de campo de fútbol, pistas de ceniza, canchas abiertas de voleibol, baloncesto, tres salas deportivas y una piscina cubierta.
No falta una policlínica, en la que por vez primera en la práctica olímpica, se mantendrá permanentemente un gabinete de diagnosis funcional, y se llevará un riguroso control sobre el entrenamiento de los deportistas. Cinco mil médicos y 6.000 enfermeras estarán al servicio exclusivo de los deportistas, distintos servicios para las medidas profilácticas, higiénicas y antiepidémicas, y asistencia médica en caso de lesiones o enfer medades. Asimismo se crearán las condiciones necesarias para el mejor trabajo de los médicos que formen parte de las delegaciones deportivas nacionales. Se abastecerán los puestos médicos con medicinas y control de alimentación y de medidas especiales antidoping.
Tres helicópteros, tres lanchas y 88 ambulancias prestarán servicio urgente no sólo a los deportistas, sino también a los espectadores que lo necesiten. Pero no sólo los deportistas tendrán servicio médico; en los lugares donde se alojen los turistas extranjeros o soviéticos y en los campamentos juveniles internacionales se abrirán más de doscientos puestos médicos con quioscos permanentes y turnos de ambulancias.
Atender a los visitantes
La minuciosidad de datos que ya se conocen en relación con los Juegos 80 hace necesario condensar las exhaustivas cifras. Además de los 12.000 deportistas que competirán, llegarán personalidades de 150 países, entre los que no se excluyen altos dirigentes, así como 850 invitados de honor, 3.500 árbitros, más de 7.000 representantes de los medios de información y 600.000 turistas extranjeros y soviéticos.
Atender a todos los visitantes es una tarea programada dentro del plan quinquenal de fomento de la economía de la capital soviética y para ello Moscú se remozará profundamente en el próximo año. Las estimaciones oficiales prevén inaugurar restaurantes, con capacidad para 45.000 personas, y otros comedores provisionales para 25.000 personas más. Sólo en lugares donde residirán los huéspedes de los Juegos y turistas funcionarán 365 centros de alimentación pública. En diez nuevas escuelas de capacitación profesional practican actualmente más de mil camareros, cocineros y confiteros, cuya promesa es la de ofrecer una comida sabrosa y nutritiva de esta preparación; si se consiguen resultados positivos, se beneficiarán posteriormente los moscovitas, quienes actualmente sufren todo tipo de deficiencias en los servicios de hostelería.
El desconocimiento del idioma no será tampoco, de confirmarse los planes previstos, gran problema. Los intérpretes profesionales contarán con la ayuda de alumnos de institutos de idiomas extranjeros, a quienes se les imparte actualmente lecciones con un extenso vocabulario y textos con temas deportivos. Más de 5.000 taxistas reciben clases de idiomas al objeto de prestar mejor servicio a los extranjeros.
Pero llegar a Moscú como simples aficionados no va a ser fácil. El número de plazas de entrada en la Unión Soviética para los Juegos Olímpicos ya está delimitado. No pasará nadie más. Desde ahora es necesario ajustar el viaje en las agencias de turismo designadas por los distintos Comités Olímpicos Nacionales, que tienen unos cupos, los cuales, una vez cubiertos, no será posible ampliar. Y a aquellos aficionados afortunados que consigan llegar a la Unión Soviética para presenciar los Juegos Olímpicos les aconsejamos se procuren también los tickets de entrada, si bien parece que en esto habrá menos problemas, porque se pondrán a la venta seis millones de entradas.
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