Las radiaciones de la central nuclear accidentada en EEUU alcanzan un área de 30 kilómetros
Dosis moderadas de radiación continuaban escapándose ayer de la central nuclear Three Mile Island, en el estado norteamericano de PennsyIvania, donde se registró el miércoles un sercio accidente. Indicios de radiactividad fueron detectados en un área de treinta kilómetros alrededor de la planta atómica, aunque se asegura que no existe riesgo alguno para los habitantes de la región.
Las circunstancias en que se produjo el accidente, calificado por los expertos como uno de los más graves ocurridos en Estados Unidos, siguen siendo confusas. Las primeras investigaciones apuntan hacia un fallo humano, pero este aspecto todavía no ha sido plenamente confirmado.
Según esta hipótesis, cuando se estropeó el sistema normal de refrigeración del reactor atómico entró en funcionamiento, de modo automático, el sistema de emergencia. Algún empleado de la central habría desconectado este segundo circuito, para volverlo a conectar momentos después. En este intervalo se creó una burbuja de aire que impidió después al agua fría llegar á todos los puntos del núcleo del reactor y enfriarlo.
En cualquier caso, el reactor estaba recalentado doce horas después del accidente. Un número indeterminado de barras de uranio, el combustible del reactor, se rompieron y fundieron a consecuencia del calor excesivo. Las radiaciones, que alcanzaron dentro de la planta un nivel mil veces superior al normal, salieron también al exterior en el vapor de agua expulsado por una válvula y, al parecer también, a través de una pared de más de un metro de espesor.
Los directivos de la compañía eléctrica Metropolitan Edison, que posee la mayoría de la propiedad de esta central de 906 megawatios, valorada en mil millones de dólares, admitieron ayer que por lo menos ocho empleados de la estación nuclear habían recibido radiaciones. Por el momento no existen pruebas de que ninguno de ellos haya sufrido daños y la radiación que les alcanzó se cifró entre 0,5 y 1 rem. La dosis considerada tolerable es de cinco rems al año.
En los alrededores de la planta atómica, que está situada en una pequeña isla en el río Susquehanna, se detectaron ayer muestras de yodo- 131, un isótopo radiactivo que se produce en las reacciones nucleares en cadena. La radiactividad se extendió en un radio de 30 kilómetros, si bien las autoridades insisten en que su nivel es muy bajo, que no hay peligro para los seres humanos y que no tienen intención de evacuar a las 15.000 personas que habitan en esa área.
El reactor nuclear podría enfriarse totalmente a primeras horas del viernes, confían los expertos. Pero la central nuclear deberá permanecer parada entre tres y seis meses, quizá más. La compañía eléctrica que utilizaba la planta indicó que tendrá que comprar fluido eléctrico a otras compañías.
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