La Oposición presiona a UCD para que haya debate en el acto de investidura

La Mesa del Congreso de los Diputados, reunida a primeras horas de la madrugada pasada en el palacio de las Cortes, acordó formalmente convocar para el próximo día 30, a las once de la mañana, el Pleno del Congreso que ha de proceder a la votación de investidura de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno. La nominación por el Rey de Adolfo Suárez como candidato a la presidencia del Gobierno fue recogida personalmente por el presidente del Congreso, Landelino Lavilla, a las siete y media de la tarde en el palacio de La Zarzuela. Posteriormente, el presidente del Congreso se reunió con la Mesa y con los representantes de las distintas fuerzas políticas parlamentarias con el fin de conocer su opinión sobre el desarrollo del acto de investidura.

La reunión de la Mesa del Congreso en la madrugada cerraba una jornada intensa, en la que el presidente de la Cámara baja, Landelino Lavilla, mantuvo múltiples entrevistas y contactos para llegar a un acuerdo con la Oposición sobre el desarrollo del acto de investidura. La Oposición puso en marcha ayer todos sus medios de presión y de persuasión para convencer a los dirigentes de UCD de la necesidad de que hubiera un debate sobre el programa de gobierno previo a la votación de investidura. Socialistas y comunistas, a través de algunos de sus dirigentes, llegaron a insinuar en conversaciones con periodistas que no comparecerían o, en todo caso, se retirarían de la Cámara si no había debate previo a la votación.La regulación del desarrollo del acto de investidura quedó finalmente en manos del presidente del Congreso, a quien legalmente compete llenar las lagunas reglamentarias existentes, en base al artículo 23 del reglamento provisional del Congreso. El artículo 99 de la Constitución, que regula la votación de investidura, no exige explícitamente debate, sino que limita el acto a una exposición del programa políti.co del Gobierno que pretendil. formar el candidato propuesto. La decisión que adopté al respecto el presidente del Congreso será conocida hoy.

Los distintos grupos políticos parlamentarios expusieron previamente al presidente del Congreso su posición, no sólo sobre la fecha de convocatoria del acto de investidura, sino sobre el desarrollo del mismo y sobre su definición a través de TVE. Todos los grupos políticos, salvo Convergencia i Unió, que se mostró en este punto indiferente, expusieron la necesidad de que hubiera debate previo al acto de investidura. UCD, sin embargo, manifestó que sólo se trata de ratificar la confianza a un candidato a la presidencia del Gobierno y a un programa, por1o que no era necesario un debate sobre programas alternativos. La exposición de los puntos de vista de las distintas fuerzas políticas, a juicio de UCD, debe efectuarse después de la votación, como explicación de voto.

Socialistas y comunistas, preocupados por el efecto electoral del acto de investidura, expusieron su opinión de que el acto debía ser transmitido en directo por TVE. UCD, por su parte, manifestó que la retransmisión íntegra era poco práctica, si bien debía buscarse un procedimiento de equidad. Sobre este tema, socialistas y comunistas volvieron a insistir en la reunión de la Mesa del Congreso. Al finalizar ésta, Luis Gómez Llorente, socialista, manifestó que «la decisión ha quedado en manos del presidente del Congreso, sin que se sepa cuál va a adoptar». Ignacio Gallego, comunista, apoyó la convocatoria para el próximo día 30, si bien condicionó su actitud a que hubiera debate antes de la votación y a que el acto de investidura fuera retransmitido en su integridad por TVE.

Antes de la sesión formal de la Mesa del Congreso e inmediatamente después de la reunión de ésta con los representantes de los grupos políticos, Alfonso Guerra, del PSOE, y José Pedro Pérez Llorca, de UCD. expusieron a los periodistas la postura de sus respectivos partidos sobre la regulación del acto de investidura. Respondiendo a una pregunta de un periodista sobre si se estaba comprometiendo la imagen del jefe del Estado, Alfonso Guerra respondió que sí y puso como ejemplo, entre otros, el envío de telegramas convocando el Pleno de la investidura antes de que se hubiese producido la designación real de Suárez como candidato a la presidencia del Gobierno. José Pedro Pérez-Llorca matizó este tema en el sentido de que tales telegramas habían sido preparados por los servicios del Congreso en prcvisión de lo que pudiera decidir más tarde la Cámara.

Los trámites llevados a cabo por el presidente del Congreso, Landelino Lavilla, con líderes de la Oposición se iniciaron con la entrevista mantenida a mediodía con el secretario general del PCE, Santiago Carrillo, y finalizaron a última hora de la noche con la reunión de la Mesa del Congreso y de representantes de los grupos parlamentarios. Entre tanto, el presidente del Congreso acudió al palacio de La Zarzuela para recibir de manos del Rey la comunicación del candidato propuesto para la presidencia.

El presidente del Congreso, tras permanecer un cuarto de hora con el Rey, llegó hacia las ocho y media al palacio de las Cortes. Landelino Lavilla atravesó con rapidez los pasillos del Congreso y se dirigió a la sala donde esperaban los miembros de la Mesa. El presidente del Congreso, acosado durante su rápida marcha por los periodistas, tuvo tiempo de confirmar lo que ya se sabía: «Es Suárez», dijo. Mientras Landelino Lavilla iba y venía al palacio de La Zarzuela, Santiago Carrillo, secretario general del PCE, y Fernando Abril Martorell, vicepresidente económico del Gobierno, sentados en el bar de las Cortes, charlaban amigablemente ante un enjambre de periodistas gráficos.

La entrevista mantenida a mediodía por el presidente del Congreso con Santiago Carrillo duró aproximadam.ente una hora. Al término de la misma, el secretario general del PCE señaló que en su conversación con el presidente del Congreso habían hablado de la fórmula a seguir en la sesión de investidura. Dijo que el señor Lavilla le había expuesto las dos opciones a seguir: exposición del programa gubernamental y explicación de voto, o bien exposición del programa y debate político a continuación. El líder comunista indicó que el presidente del Congreso parecía inclinarse por la fórmula de simple explicación de voto y subrayó que él le había insistido en que, tras el discurso, debe haber un debate político y que la votación se realice después, «porque a raíz del citado debate pueden surgir interrogantes a los que debe responder el candidato a presidente, lo que puede decidir algunos votos en un sentido o en otro ».

«De optar por el otro procedimiento -añadió Santiago Carrillo- daría la Impresión de resolver de forma autoritaria la cuestión del nombramiento del presidente del Gobierno.» El secretario general del PCE concluyó diciendo que los comunistas están preocupados por la publicidad que se pueda dar al acto de investidura. «Si aparece en la televisión el señor Suárez -dijo-, debemos aparecer todos los demás», indicando al respecto que su grupo pedirá que dicha sesión se retransmita íntegramente por la segunda cadena de TVE.

Posteriormente, y dentro de los contactos mantenidos por el presidente de! Congreso para intentar llegar a un acuerdo sobre la regulación de la investidura, Landelino Lavilla recibió a los representantes de Convergencia i Unió, Jordi Pujol, y del PNV, Marcos Vizcaya. El señor Pujol fue recibido a la una de la tarde, permaneciendo con el presidente del Congreso hasta las dos. El representante del PNV fue recibido a continuación. A la salida de la reunión, el señor Pujol declaró que había señalado al presidente del Congreso que los parlamentarios de su partido se inclinan porque, tras la exposición del discurso programático para el voto de investidura presidencial, se celebre un debate político. «Siempre fuimos partidarios de que este acto tuviera lugar después de las elecciones municipales. »

Después,de afirmar que el Pleno del Congreso sobre la investidura se celebrará enuna sola sesión, Jordi Pujol dijo que los parlamentarios de Convergencia i Unió, para votar afirmativamente, tendrían «que tener antes una idea muy clara del programa y de la composición del Gobierno».