Los países de la OPEP aplicaran aumentos discrecionales a los precios del petróleo

La conferencia extraordinaria de los trece países que integran la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), reunida en Ginebra, concluyó en la mañana de ayer, tras haber fijado un precio mínimo de 14,5 dólares para el barril de crudo y otorgar libertad a los respectivos Gobiernos para incorporar primas adicionales en sus contratos. Aunque el incremento acordado -que regirá a partir del próximo 1 de abril- ha sido acogido con satisfacción en los países occidentales, causa preocupación el hecho de que cada país puede decidir libremente los precios de venta, mediante la aplicación de primas de mercado hasta la cantidad deseada. También es motivo de inquietud el que cada Gobierno pueda decidir libremente sus niveles de producción, con tendencia a reducirlos. En medios comunitarlos los acuerdos de Ginebra han causado un profundo impacto, hasta el punto de que los ministros de Energía de los nueve, reunidos en Bruselas, han vaticinado graves consecuencias para la CEE y recomendado drásticas medidas de reducción de los consumos de petróleo.

Antes de lo previsto finalizó ayer la reunión de la OPEP (Países Exportadores de Petróleo), con un acuerdo de alza del crudo, a partir del primero de abril, que una mayoría de expertos y observadores calificaron de equilibrado, tanto desde el punto de vista económico como político. El precio fijado para el barril de petróleo en 14,546 dólares, si bien corresponde mucho más al criterio de los países conocidos como moderados, que encabeza Arabia Saudita, no hay que olvidar que la reunión de Ginebra tenía sólo carácteir consultivo, y que por presiones ejercidas desde un primer momento por los duros (Libia, Irak, Argelia, específicamente, y en cierta medida Irán) cambió su carácter por el de re unión extraordinaria, lo que desde el punto de vista reglamentario permitió abordar con poder decisorio el tema de los precios.Por otra parte, cabe destacar que los países de la OPEP podrán libremente agregar, a precio oficial del barril, las primas que estimen «justificables a la luz de sus propias eircunstancias», según se señala al respecto en un párrafo del comunicado final. Los países han aplicado hasta ahora primas que van de uno a cinco dólares por barril. Teóricamente, de acuerdo con la calidad del petróleo. Asimismo, los trece países miembros de la OPEP quedan facultados para adecuar libremente sus políticas de producción de crudo.

La decisión tomada ayer representa un alza del 9 % sobre el precio actual, pero sólo de un 5 % en relación al aumento previsto en la reunión de Abu Dhabi, y que debía entrar en vigor el próximo primero de abril (13,84 dólares por barril). El precio acordado, por otra parte, es el mismo que debía haber entrado en vigor a partir del primero de octubre del presente año, siempre en función de los esquemas programados en Abu Dhabi, en diciembre último.

En el comunicado final, los miembros de la OPEP se vanaglorian de que «el moderado y modesto ajuste confirma la responsabilidad de los países de la OPEP, en su intención de cooperar al mantenimiento de condiciones apropiadas para el crecimiento sostenido de la economía mundial».

En el mismo documento se expresa la preocupación «por las prácticas especulativas de las compañías petroleras sobre el mercado libre, en detrimento -se afirma- de los productores y consumidores». También se deja constancia de la falta de medidas, por parte de los países industrializados, en aras de controlar la situación del mercado, y se anuncia que la OPEP iniciará una acción de vigilancia sobre los precios aplicados por las grandes compañías a los países en vías de desarrollo.

Los ministros de Libia, Argelia e Irak, con diversos matices, se mostraron al término de la reunión, ante la prensa, más bien parcos y cautelosos, y señalaron que el aumento había sido demasiado modesto. Esta mesurada expresión de descontento más bien parece apuntar a la próxima reunión de la OPEP, programada para el mes de junio.

Finalmente, el ministro de Energía de Irán, ratificó ayer el compromiso de su país, de aumentar de dos a cuatro millones la producción de barriles diarios de crudo.