Defender el Sahara a toda costa, una prioridad para Marruecos

El ataque del Frente Polisario contra la ciudad marroquí de Tan Tan, el pasado día 7 de febrero, abrió una discusión interna en Marruecos cuyas últimas consecuencias han sido la renuncia del primer ministro, Ahmed Osman, para dar paso a un Gobierno que tendrá que ser de coalición nacional o, por lo menos, respaldado por la oposición, y la creación de un Consejo Nacional de Defensa, integrado por todas las fuerzas políticas, incluidos socialistas y comunistas.Si la ciudad de Tan Tan no sufrió en esa incursión todo lo que pretendió el Polisario, no es menos cierto que el ataque, llevado a cabo a 450 kilómetros de distancia de Tinduf, la base del Polisario, sirvió para señalar las deficiencias de las defensas marroquíes. La oposición tomó al vuelo la oportunidad que se le brindaba para poner en evidencia los fallos del Gobierno y exigir una reacción enérgica que, se afirmaba, de no producirse, podría llevar a una escalada sin precedentes.

Los medios puestos a disposición del Polisario para ese ataque habían convencido a los marroquíes de que se les planteaba, en adelante, un importante problema de seguridad. A la oposición se le presentaba la ocasión de negociar de nuevo toda su colaboración con la monarquía en unos momentos en que ésta reconocía abierta ente que habían resultado infundadas sus esperanzas de lograr un acuerdo por arriba con los argelinos, a la par que la crítica situación interna la llevaba a pedir una prolongación del pacto social introducido en Marruecos tras las elecciones de 1976.

Las frecuentes deserciones de saharauis, entre ellas las del diputado Bojador, reflejaban la inseguridad que iba ganando terreno entre las poblaciones saharauis de la región. A esa inseguridad contribuía en gran medida el hecho de que el antiguo Sahara occidental, excepto en sus zonas pobladas y en las ciudades de la costa, estaba prácticamente al alcance del Polisario.

Con la creación del Consejo Nacional de Defensa, Marruecos ha iniciado una nueva etapa, que consiste en defender y reforzar a toda costa los centros urbanos del Sahara, y hacer la guerra al Polisario con sus mismas armas y en sus mismas condiciones. Para ello se crean unidades especiales y se abandonan los métodos defensivos anteriores. Esta actitud llevará, naturalmente, a incursionar el territorio argelino, de la misma manera que el Polisario penetra en el marroquí, y con ello aumentan los riesgos de un enfrentamiento entre Argelia y Marruecos.