Libertad provisional para los dos miembros del MPAlAC en huelga de hambre
Dos presuntos miembros del movimiento independentista canario MPAIAC, presos en la cárcel de Las Palmas, fueron puestos ayer en libertad bajo fianza cuando cumplían los dos meses y tres días de huelga de hambre ininterrumpida y sus condiciones físicas se hallaban gravemente deterioradas.En fuentes del hospital Insular de Las Palmas, donde se hallan internados, se temía ayer por la vida de uno de los reclusos, Sergio Castellano, que sufre un edema pulmonar y se encuentra internado en la unidad de vigilancia intensiva. La otra reclusa es María Fernanda Donate. Sergio Castellano había declarado, al iniciar la huelga de hambre, que sólo depondría su actitud si alcanzaba la libertad. «Si no -dijo- estoy dispuesto a morir.» En la actualidad, Castellano pesa poco más de treinta kilos.
La libertad bajo fianza fue decretada ayer por el juez del Juzgado Nacional número uno, del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional.
Uno de los abogados de los dos reclusos es el diputado canario Fernando Sagaseta, representante en el Parlamento de la coalición nacionalista Unión del Pueblo Canario. El señor Sagaseta, que se entrevistó ayer con el juez del Juzgado Nacional número uno, señaló a EL PAIS que el encarcelamiento de Sergio Castellano y María Fernanda Donate, sobre los que pesan acusaciones sobre delitos de terrorismo en los que no hubo víctimas, contribuye a exasperar el problema nacionalista canario, «que desde los 2.000 kilómetros que nos separan de Madrid se desconoce por completo». El diputado nacionalista considera esencial una descentralización de la justicia para que ésta tenga un conocimiento más directo de los distintos problemas del Estado.
El señor Sagaseta denunció la pasada semana a la autoridad gubernativa de Las Palmas, por lo que él estimó un gesto arbitrario, al negársele en dos ocasiones la comunicación con los reclusos que defiende. Según Fernando Sagaseta no existía ningún mandamiento judicial que impidiera esta comunicación. Finalmente, el pasado sábado los reclusos pudieron ser visitados, circunstancia por la cual el señor Sagaseta comprobó la extrema gravedad de su estado.
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