Caramanlis busca en Belgrado y Bucarest estabilidad para los Balcanes

La visita del jefe del Gobierno griego, Caramanlis, a Yugoslavia y Rumania significa el esfuerzo más importante realizado hasta ahora para lograr un sistema de estabilidad sólido en los Balcanes. En este sentido se han manifestado los órganos de gobierno de Belgrado y Bucarest al final de la estancia de Caramanlis en Yugoslavia, antes de emprender hoy viaje a Rumania.

Dada la creciente presencia soviética en Bulgaria y en el Mediterráneo oriental, Grecia, Yugoslavia y Rumania se proponen reactivar los contactos iniciados en 1976, año en que se celebró una primera conferencia balcánica con participación de estos países, más Bulgaria y Turquía. Por razones particulares, estos países abandonaron más adelante la comisión creada para hacer periódicos estos contactos. Bulgaria ha insistido en los últimos meses en que una cooperación balcánica debe desarrollarse en régimen bilateral, de país a país. Turquía depende aún del conflicto con Grecia relativo a Chipre.

Macedonia unida

Con ocasión del viaje de Caramanlis a sus vecinos del Norte, en Bulgaria se ha reactivado la campaña en pro de una Macedonia unida no yugoslava. La miembro del buró político del PC búlgaro, Tsola Dragoitcheva, ha lamentado, en una entrevista, que los yugoslavos hayan comparado la tesis búlgara sobre Macedonia con «otros hechos políticos» más recientes.Antes, la prensa yugoslava había vinculado la publicación de las memorias de la señora Dragoitcheva con la última visita de Brejnev a Sofía, en la que el jefe del PCUS aludió a la necesidad de crear un clima de buena vecindad en los Balcanes. La supuesta presencia de tropas soviéticas en suelo búlgaro, desmentida por Moscú a los Gobiernos de Belgrado y Bucarest con ocasión de su postura neutral respecto de la penetración de tropas chinas en Vietnam.

Como posible base a una cooperación más estrecha en los Balcanes, Yugoslavia, Rumania y Grecia citan los sectores del comercio, tráfico, transporte, energía y medio ambiente.