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Suárez, más preocupado por la investidura que por la fomación de Gobierno

Soledad Gallego-Díaz

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, se encuentra completamente absorbido en la elección del candidato de su partido para la presidencia del Congreso de los Diputados y en la preparación de discurso programático que deberá pronunciar ante el pleno de la Cámara en el acto de investidura. Fuentes gubernamentales consultadas por EL PAÍS negaron que en el Consejo de Ministros celebrado el pasado día 16 el presidente informara sobre las líneas maestras de su discurso ni sobre el calendario político. El señor Suárez se limitó a comentar las fechas posibles para la celebración de la junta preparatoria y evitó toda referencia a las negociaciones con otras fuerzas parlamentarias a fin de asegurarse los votos que le permitan obtener la mayoría absoluta en la primera vuelta.

Las mismas fuentes expresaron su creencia de que, a este respecto, las conversaciones con Convergencia Democrática de Cataluña están muy avanzadas, mientras que no existe seguridad respecto a la postura del Partido Nacionalista Vasco. El presidente Suárez -añadieron- no desea, en modo alguno, obtener la mayoría absoluta gracias sólo a los votos de Coalición Democrática. Los miembros deñ actual Gabinete se encuentran, al parecer, algo desconcertados ante la posibilidad de que Adolfo Suárez redacte el discurso programático asesorado por sus más inmediatos colaboradores, pero sin el concurso de los ministros. «Los ministros del nuevo Gabinete tendrán que adherirse a posteriori al programa que esboce el presidente en el Congreso», afirmó un destacado miembro de la Administración, quien estimó, asimismo, que la composición del nuevo Gabinete se hará pública antes del día 31 del presente mes, es decir, antes de que se celebren las elecciones municipales, previstas para el 3 de abril.A juicio de un dirigente de Unión de Centro Democrático (UCD), el discurso del señor Suárez se basará en la exposición de las grandes coordenadas de la acción de gobierno -con especial referencia a las autonomías y el desequilibrio regional- y en la profundización del propio programa electoral del partido.

UCD apoyará, probablemente, que el debate parlamentario a propósito de este discurso en el pleno del Congreso se realice a través de la fórmula de explicación de voto, es decir, después de realizada la votación de investidura. El partido gubernamental estudia la posibilidad de ampliar, en esta ocasión, el turno de diez minutos que fija el reglamento provisional de la Cámara, a fin de que los portavoces de los distintos grupos puedan exponer más extensamente su juicio sobre la política anunciada por el jefe de Gobierno.

El reglamento provisional del Congreso de los Diputados ofrece grandes lagunas -explicables, por otra parte, debido a que fue redactado después de que se aprobara la Constitución- en lo relativo a la preparación y constitución de las nuevas Cámaras. No establece nada, por ejemplo, sobre un debate posterior al discurso programático del candidato a presidente del Gobierno. Tampoco fija nada sobre el desarrollo del artículo 78 de la Constitución, según el cual, «reunida la Cámara correspondiente, la Diputación Permanente dará cuenta de los asuntos tratados y de sus decisiones». Expertos de UCD estudian en estos momentos si esta sesión informativa debe realizarse una vez que estén constituidas formalmente las dos Cámaras o si puede celebrarse bajo la presidencia de la mesa de edad.

En cuanto a la elección del candidato de UCD para la presidencia del Congreso -tema que interesa muy especialmente a Adolfo Suárez-, es posible que el presidente del Gobierno convoque, en los primeros días de la próxima semana, al comité ejecutivo de su partido, a fin de que sea este órgano el que presente formalmente al candidato ante el grupo parlamentario centrista. Las fuentes consultadas indicaron que se afianza la candidatura del actual ministro de Justicia, Landelino Lavilla. El señor Lavilla, que se encontraba ayer en Jaén, reconoció al corresponsal de EL PAÍS que, «en efecto, se está barajando mi nombre».

Sin embargo, Fernando Álvarez de Miranda, que presidió el Congreso en la anterior legislatura, no desea, por el momento, retirar su candidatura. Fuentes cercanas al sector democristiano de, UCD, del que procede el señor Álvarez de Miranda, señalaron que podría ser candidato también a la cartera de Cultura, para la que existen otros dos candidatos, a juicio de estas fuentes, con menores posibilidades: Antonio Fontán y Luis González Seara.

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En relación con el equipo económico del nuevo Gabinete, fuentes cercanas al ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, negaron que las entrevistas que a lo largo de la pasada semana han mantenido el vicepresidente del Gobierno Fernando Abril, con los ministros económicos del Gobierno hubieran tenido «la menor implicación política».

Prácticamente todas las fuentes gubernamentales consultadas por EL PAÍS señalaron que está en estudio la posibilidad de crear un ministerio que recoja las competencias relativas a la Administración local -actualmente, insertas en el Ministerio del Interior- y a las relaciones con las nacionalidades y regiones. Este ministerio sería encomendado a Rodolfo Martín Villa, que desea desprenderse de los temas relativos a orden público. Preocupa, sin embargo, en estos medios, la sustitución del señor Martín Villa al frente del Ministerio del Interior, «el más problemático de todo el Gobierno».

El nuevo ministerio recogería las competencias gubernamentales derivadas del desarrollo del Título VIII de la Constitución, «De la organización territorial del Estado» (Administración local y autonomías).

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