El secretario del PSUC aprovecha la polémica con el PCE para limar diferencias internas

«No queremos mantener ahora una polémica pública con Carrillo debido a que éste podría acusarnos, después de las municipales, de haberle hecho perder votos, pero después del 3 de abril expresaremos públicamente, y dando la cara, nuestro parecer», manifestaron a EL PAIS varias fuentes de la dirección y cuadros del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), quienes coincidieron en «agradecer a Santiago Carrillo que con sus manifestaciones respecto al PSUC haya aglutinado en su contra a todas las tendencias de nuestro partido con nuestra dirección al frente».

Las fuentes se mostraron, en este sentido, satisfechas de la respuesta dada por el secretario general del PSUC, Antonio Gutiérrez, quien, según las fuentes, «intentará capitalizar la polémica para aglutinar el partido en torno suyo y limar las diferencias internas, cosa que en parte ha logrado ya».Respecto a las razones de Carrillo para atacar al PSUC, fueron facilitadas varias versiones, bastante coincidentes. «Se trata de una rabieta -afirmó uno de los dirigentes del PSUC consultados-, consecuencia de la derrota sufrida por Carrillo el pasado mes de abril en Barcelona, cuando la mayoría del Comité Central y de la conferencia nacional del PSUC se le puso públicamente en contra y se expresó a favor del mantenimiento del leninismo. Aquello constituyó una derrota que no tiene precedentes en la vida personal de Carrillo. Ahora intentó una simple revancha, junto con la absurda pretensión de desacreditar al PSUC, cuya implantación y fuerza, tanto política como electoral, ya quisiera el PCE para sí.»

«La postura de Carrillo -añadió otra fuente dirigente del PSUC- refleja su ignorancia sobre el tema de las nacionalidades, como buen político procedente del PSOE y poseedor de una cultura política centralista.»

Todas las fuentes calificaron duramente -con las palabras « vergonzoso», «grotesco», «ridículo» -el que Carrillo hubiese elogiado a los partidos comunistas de Euskadi y de Galicia, cuyos resultados electorales no admiten ni una comparación lejana con los del PSUC. «Estos sí que han aplicado la política de Carrillo y han obtenido un resultado acorde con la misma» -afirmó irónicamente una fuente.

Dos de las fuentes dirigieron parte de sus críticas. contra Leonor Bornau, miembro de los comités ejecutivos del PSUC y del PCE y esposa del secretario particular de Carrillo, Julio Aristizábal. Calificaron de antiestatuario el que Leonor Bornau militara teóricamente en el PSUC, cuando por residir en Madrid debería militar únicamente en el PCE. Afirmaron que Leonor Bornau habla manifestado ante un grupo de personas que especificaron, en la noche del 1 de marzo, cuando se vio que los resultados del PSUC disminuían, que «ya le venía bien al PSUC una lección».

Un miembro del comité central del PSUC expuso cronológicamente el proceso seguido en el enfrentamiento. Detalló la reunión del comité central del PSUC del 3 de marzo, en la cual hubo unanimidad en reafirmar «la catalanidad del PSUC, lo cual pasa por una política más enérgica en contra del personalismo de Tarradellas y su sistemática política de servicio a UCD y de retraso de la autonomía».

«El PSUC -afirmó una última fuente- acuñó recientemente el término "política de recoristrucción nacional de Cataluña", el cual define perfectamente su voluntad de hacer especial hincapié en su catalanidad y en la defensa de la afirmación nacional de Cataluña, pese a que las recientes elecciones muestren de hecho una "españolización" aparente de la política catalana. Otro tema clave, en el cual nuestra coincidencia con Carrillo es nula, es el de las relaciones con los compañeros socialistas. Nosotros jamás los atacaremos como hace Carrillo. Nosotros deseamos una unidad activa y creadora con el PSC-PSOE y obraremos decididamente en este sentido.»