La firmeza del PSOE
Candidato al Congreso por el PSOE
El día 2 de mayo de 1879 se fundó en una pequeña taberna de la calle de Tetuán, de Madrid, el Partido Socialista Obrero Español. Ahora, a los cien años de lucha ininterrumpida por la libertad y la democracia, los socialistas tenemos derecho a resaltar la firmeza de nuestra conducta en la historia. Creo que la teoría de la tirmeza del PSOE es una auténtica teoría política del socialismo democrático. Porque el socialismo representa nuestro partido es el mís firme fundamento para el desarrollo de la dignidad y de la plenitud de las personas. La firmeza del PSOE es una garantía para la lucha de la liberación contra la desigualdad, la opresión, la explotación y la discriminación.
El PSOE es firme porque desde su fundación ha mantenido una política coherente en defensa de la libertad y la democracia. Desde Pablo Iglesias, nuestro fundador, hasta Francisco Largo Caballero, pasando por Fernando de los Ríos, Indalecio Prieto y Julián Besteiro, la historia del PSOE es la historia de la firme lucha por la libertad. En los momentos en que hemos podido influir en la organización política y jurídica, en las Constituciones, en el Parlamento, lo hemos hecho siempre firmemente para profundizar la democracia y la libertad. Nuestra vigente Constitución es un ejemplo. Su signo progresista se debe a los socialistas. Lo mismo se puede decir de todas las leyes de desmontaje de la dictadura.
Cuando los socialistas estuvieron en el Gobierno, en los años treinta, Fernando de los Ríos, ministro de Instrucción Pública, hizo más escuelas que el régimen franquista en cuarenta años; y Largo Caballero hizo más por la clase trabajadora en su breve estancia, en el Ministerio de Trabajo que todos los demás ministros del ramo en la historia de España. Eso es también lucha, por la libertad, porque nuestra firmeza se plasma en un concepto integral que pretende incorporar a ella elementos igualitarios como la educación, para todos y los derechos económicos y sociales de los trabajadores. Hoy, el PSOE se mantiene en esa misma línea, y esa es la garantía estable y firme de la libertad y de la democracia.
El PSOE es firme porque su concepción es racional, porque basa la fuerza de su firmeza en la inteligencia y no en la violencia. La fuerza de su razón es la razón de su fuerza. Frente al irracionalismo de la violencia, frente a los que quieren imponer sus criterios por el miedo, la coacción o la muerte, los socialistas sólo queremos vencer convenciendo. Somos firmes porque nuestras convicciones racionales y democráticas se basan en profundas raíces avaladas por muchos años de luchas, de sufrimiento y de persecución. Producen lástima si no fueran además falsas y electoralistas las posturas de esos recién llegados a la democracia que quieren monopolizarla y que hablan tecnocráticamente del Modelo de sociedad de las libertades. Son signos de temor, pero también de impudicia. Nadie puede dar a los socialistas lecciones de democracia ni de razón, porque esa es precisamente la credibilidad ele nuestra fuerza. La propaganda y la publicidad no pueden ni ocultar ni desviar la verdad de los hechos.
El PSOE es firme porque basa la efectividad del poder y la eficacia de las normas del ordenamiento jurídico en el acuerdo y en la participación. La fuerza de nuestra concepción del derecho y del Estado está en que nosotros la fundamos en la convicción de la soberanía popular y de la participación activa de los ciudadanos en la vida política, y socialmente potenciando los derechos y las libertades. Los socialistas fuimos el primer partido que aún durante la dictadura aprobó un proyecto de estatuto de libertades públicas que hoy ya es derecho positivo, porque está incorporado en la Constitución. El fin del ejercicio del poder y de las normas, jurídicas en que éste se racionaliza es para nosotros la libertad efectiva e igualatoria de los hombres.
La fuerza del PSOE es su coherencia, la fuerza del PSOE es su razón, la fuerza del PSOE es su democracia, la fuerza del PSOE es en definitiva su modelo de sociedad. La fuerza del PSOE es la fuerza del voto de los ciudadanos.
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