La crisis económica amenaza al hipódromo

Mañana se inaugurará en el hipódromo madrileño de La Zarzuela la temporada de primavera de carreras, que se celebrará en este mismo escenario hasta mediados del mes de julio. Este período hípico, además de ser el más largo del año, es el más importante. Durante los meses de la primavera se disputarán alrededor de las cuatrocientas carreras y se repartirá en premios algo más de los cien millones de pesetas. El programa este año no ha sufrido grandes variaciones en contra de lo que en otros sucedía.La crisis económica que está atravesando el país en general ha llegado al hipódromo, donde hizo ya su aparición el año pasado. Aunque todavía no se conocen las cuentas del balance de la Sociedad de Fomento y Cría Caballar, todo parece indicar que en los últimos doce meses las cosas no fueron todo lo bien que esperaban. De ahí, probablemente, que este año no se eleven las dotaciones de los premios y que, una vez más, los propietarios tengan que apretarse el cinturón para intentar mantener el mismo número de caballos y esperar a que lleguen tiempos mejores.

Pepe González, propietario de una de las cuadras más importantes del turf español, con cerca de setenta caballos en entrenamiento, además de una yeguada, se queja de la desaparición de las primas, que eran en unos casos del 20% y en otros del 10% de los premios. Este dinero extra, afirma Pepe González, suponía una gran ayuda para el propietario y criador de caballos. El representante de la cuadra Asturias se queja, igualmente, de que la Sociedad de Fomento intenta salvar la crisis económica que atraviesa echando mano de los propietarios de caballos, en lugar de buscar nuevas fórmulas de financiación o de intentar popularizar las carreras de caballos. Pepe González opina que la Sociedad de Fomento tendrá que reconsiderar su postura y que de aquí a dos meses, a lo sumo, se habrán vuelto a implantar las primas.

Jesús Méndez y como él muchos preparadores, se tendrán que enfrentar a partir de ahora con muchos problemas, unos de índole económica y otros de índole práctica. «El estado de la pista -dice Jesús Méndez, presidente de la Asociación de Preparadores- es preocupante. La pista de arena, en la que se entrenan los caballos a diario, está prácticamente inutilizable.» Méndez dice que sacar un caballo a trabajar es todo un riesgo. La pista de césped aparentemente se encuentra como siempre, aunque habrá que comprobarlo mañana cuando los caballos estén disputando las seis carreras del programa. El preparador Méndez afirma que, por ahora, no saben si las pensiones de los caballos aumentarán este año. Parece ser que están todavía pendientes de las nuevas medidas de la Seguridad Social y del Ministerio de Hacienda. De aquí a dos o tres meses no se sabrá si subirán estas pensiones.

El programa de carreras, para Jesús Méndez, no presenta mucho problemas, ya que piensa que cada preparador tiene que conformarse con los caballos que tiene y sacar de ellos el mayor partido.

Román Martín se queja aún más si cabe del estado de la pista. El jinete baja todas las mañanas a La Zarzuela y afirma que la pista está impracticable y que no se puede trabajar en ella. Román Martín dice que en el hipódromo van como los cangrejos, siempre para atrás, y que en lugar de aumentar los premios se dejan igual que el año pasado. Martín da como solución la supresión de algún día de carreras para así reforzar las dotaciones de los premios. Este jinete no es muy optimista a la hora de ver el futuro de las carreras, ya que sostiene que los propietarios, sobre todo los modestos, dentro de dos o tres meses no van a tener, de no cambiar las cosas, más remedio que vender los caballos.