UCD critica el trato de RTVE a la fiesta de los toros

Los miembros de UCD que han elaborado un anteproyecto de ponencia política sobre la fiesta de los toros están en desacuerdo con el trato que RTVE ha dado hasta ahora al tema taurino. Esta afirmación fue hecha por Eduardo González Velayos, representante de UCD, en el ciclo de conferencias que organiza la peña Andanada con gran éxito.Velayos expuso en su disertación los puntos que dicha ponencia ha concretado. Comenzó con un examen histórico de la tradicional polémica entre detractores y defensores de la fiesta. Citó como detractor al inquisitor Torquemada, que persiguió implacablemente a cuantos corrían toros, y entre los defensores, a Ortega y Gasset. «Desde 1650 hasta nuestros días es necesario conocer la historia del toreo para explicarse la historia», añadió.

Resaltó la importancia económica de la fiesta, en función de la entrada de divisas, impuestos a Hacienda, exportación del toro de lidia y mantenimiento de puestos de trabajo. La cría del toro bravo debe ubicarse fuera de terrenos cultivables, en zonas apropiadas de pastos. Defendió la protección estatal a la ganadería de lidia, y en el caso de que fallase la iniciativa privada, la creación por el Estado de un coto reserva, tipo Doñana, para conservación de las castas más bravas.

Los oligopolios, manifestó Velayos, han perjudicado a la fiesta al eliminar la competitividad. UCD defiende la libre empresa y se opone a la socialización de las corridas; sin embargo, considera que los ayuntamientos pueden ser empresarios y explotar directamente las plazas. Tanto en el caso de explotación directa como en el de explotación privada, UCD defiende la participación de los aficionados en la organización de festejos: En el primer caso, a través de comisiones de fiestas, y en el segundo, con la intervención en la elaboración de los pliegos del concurso-subasta.

Otro punto importante que trató el conferenciante se refirió a la creación, dentro del Ministerio de Cultura, de un organismo regulador de la fiesta. Este organismo recogería un archivo histórico, regularía la organización de corridas y divulgaría la fiesta a través de la Universidad por medio de cátedras de cultura popular.

Los aficionados deben estar representados en número suficiente en la reforma del reolamento actual; la presidencia de corridas de toros debe recaer en aficionados solventes y profesionalizados; la autoridad gubernativa sólo debe ocuparse del orden público; la concesión de trofeos a petición del público se regirá por criterios de cuantificación. También se mostró en contra de reglamentar el arte. «El toreo es un arte, emocionante y trascendente, patrimonio cultural genuino de nuestro pueblo. Todas las opciones políticas, derecha, centro e izquierda, tienen que reivindicar la fiesta como patrimonio de todos los españoles. »

Se pronunció por la derogación del decreto que prohíbe la asistencia de menores a los toros. «La Constitución recoge la libertad de los padres para educar a sus hijos, luego ellos decidirán la conveniencla o no de que asistan a las corridas de toros.»

Velayos criticó la manipulación de la fiesta por la dictadura por medio de TV, con las retransmisiones de El Cordobés los primeros de mayo. La libertad de expresión en la plaza no puede ser coaccionada, el público es soberano y juez que aclama o abronca a los matadores. Recordó que los comisarios de policía fueron los únicos funcionarios públicos insultados durante la dictadura al presidir con desacierto las corridas.

Terminó con un elogio a la crítica taurina, que en los años sesenta defendió la integridad de la fiesta, y a la «andanada del ocho» que mantuvo la categoría de la plaza de Madrid.