Sobre Izquierda Republicana
Ruego que me publiquen la presente carta, pues puede servir para aclarar ciertas ideas sobre los republicanos que son equivocadas y que confunden al electorado.Izquierda Republicana se presenta a las próximas elecciones, y mucha gente se habrá alegrado de
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ver en las candidaturas de sus provincias el nombré del partido que fundara don Manuel Azaña.
Pues bien, este partido no es lo que estos ciudadanos creen, es solamente el nombre, ya que las personas que componen dichas candidaturas en su gran mayoría son del Partido Comunista de España (marxista-leninista) o Convención Republicana (tanto monta, monta tanto).
Me quedé perplejo cuando me enteré de tal cosa. Creía que nosotros, los republicanos, éramos los únicos que seguíamos limpios y sin hacer política oportunista. Pero aquí está IR, que ha vendido su nombre (usurpado, ya que Izquierda Republicana y Unión Republicana, así como otros grupos también republicanos, se fundieron en el año 1959 formando Acción Repúblicana Democrática Española. ARDE).
Creo que los comunistas del PCE (m-l), a los cuales conozco bien y son para mí los verdaderos comunistas (ellos deberían ser el PCE y nos los del señor Carrillo), están jugando sucio; hasta ahora no habían renunciado a nada -y por eso les admiraba-, y ahora veo que ya empiezan a hacer la clásica política sucia que hacen hoy, en día todos los partidos de centro y de izquierda para llegar al poder o sacar algún diputado. Pero para mí es más grave, como republicano que soy y, por qué no decirlo, como militante de ARDE, que la autodenomina da Izquierda Republicana venda su nombre.
A todos los partidos que no saben definirse o se definen mal hay que añadir a IR, que, incomprensiblemente, lleva comunistas en las candidaturas, y al PCE (m-l), que no se presenta como comunista y ni tan siquiera como marxista, ya que IR no es marxista.
Señores, no creen confusión en el electorado, que lo único que pide es honradez; defínanse claramente. Si es que está de moda ponerse la etiqueta de lo que uno no es, no me extrañaría que, utilizando este método, Blas Piñar saliera elegido en las próximas elecciones legislativas.
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