Un provocador popular
Jorge Cesarski, ultraderechista argentino conocido por su implicación en trá-icos acontecimientos ocurridos en España en enero de 1977, fue también popular en este país por su histrionismo político, sobre todo en sectores de extrema derecha. Días antes de que se produjera el asesinato de Arturo Ruiz, Cesarski recibió en el aeropuerto de Barajas al socialista sueco Olof Palme, a quien mostró una enorme hucha y le invitó a dar su óbolo para los terroristas de ETA y FRAP. Palme había pedido meses antes en las calles de Estocolmo para los demócratas españoles.La casualidad ha querido que la liberación condicional del activista argentino coincida ahora con una nueva visita a España del sueco.
Aquel gesto de provocación de Cesarski acentuó las simpatías que este peronista tenía entre la ultraderecha española, uno de cuyos líderes, Blas Piñar, festejó en un congreso de Fuerza Nueva la ocurrencia de quien entonces parecía un intachable compañero de ideología. Durante los dos años que Cesarski ha pasado en prisión se ha ido rebajando e¡ calor de estas afinidades.