La CEE pretende congelar los precios agrícolas en la campaña 1979-1980

La Comisión Europea propone «congelar» a su nivel actual los precios agrícolas garantizados a los agricultores del Mercado Común para la próxima campaña 1979-80. Una serie de medidas complementarias acompañan tal propuesta, que deberá ser aprobada por el Consejo de Ministro de Agricultura de la CEE. Se trata de medidas contra los actuales excedentes de productos lácteos (leche y mantequilla), ayudas para una reforma estructural del agro europeo y eliminación progresiva de los denominados «montantes compensatorios», que impiden actualmente la entrada en vigor del Sistema Monetario Europeo (SME).

«Los beneficios para el agricultor europeo han aumentado regularmente de una media anual del 3,5% desde 1970 (contra el 3% en otros sectores económicos). En una economía libre (de mercado, el incremento de la producción y stocks provocaría tina baja de precios. Gracias al sistema de precios garantizados de la CEE no se produce tal baja para el productor, pero hay que velar por los derechos del consumidor», declaró Finn-OIav Gundelanch, vicepresidente de la Comisión Europea, responsable del sector agrícola. Su tesis es que la «congelación» de precios para el productor beneficiará al consumidor. Tesis que, sin lugar a dudas, contestarán Ias organizaciones profesionales de agricultores de la CEE, que considerarán inaceptable que, no suban los precios a la producción para la próxima campaña.La CEE cuenta con excedentes crónicos, estos últimos años, en lecha, mantequilla, azúcar y cereales. Es, principalmente, en el capítulo de productos lácteos que la Comisión propone reducir las subvenciones a la producción, excepto para agricultores pequeños(menos de 60.000 litros de producción láctea anual) o para explotaciones cuya producción lechera se logre a través de alimentación de hierba y forraje producido en la misma explotación, y no a base de alimentos importados (soja, en particular).

La CEE seguirá subvencionando el consumo de mantequilla para ciertas categorías de consumidores, fabricantes de galletas y helados. También se insiste en acentuar el consumo de leche líquida descremada y leche en polvo para la alimentación animal.

En el capítulo de medidas estructurales se dedicará especial interés a las explotaciones agrícolas ubicadas en regiones subdesarrolladas de la CEE, con programas de modernización, reconversión o, simplemente, cese de la explotación.

Por último, el litigio de los «montantes compensatorios», mecanismo nacido a raíz de las tensiones monetarias de principios de los años setenta, que obligan a subvencionar las exportaciones de países con monedas fuertes (República Federal de Alemania) y tasar las importaciones originarias de países con monedas débiles (Francia, Italia y Gran Bretaña), a fin de mantener la teórica «unidad de cuenta» en que se basan los intercambios en el interior de la «Europa verde»,es un asunto que debería desaparecer en un plazo de cuatro años, según propuestas de la Comisión Europea. Su desaparición progresiva facilitará la aplicación del proyecto SME, decidido entre todos los países de la CEE -excepto Gran Bretaña-, y cuya entrada en vigor, inicialmente prevista para el pasado 1 de enero, es objeto de retraso por las diferencias de puntos de vista de alemanes y franceses sobre las ventajas que sacan actualmente de los «montantes compensatorios».