El Rayo careció de juego y efectividad

El Rayo, tras empatar con la Unión Deportiva Las Palmas, en un partido malo jugado sobre un pésimo terreno, ve aumentar su cuenta de negativos y peligrar su clasificación. Puso entrega, afán y entusiasmo, pero le faltó una vez más efectividad en sus delanteros, técnica, juego y a su entrenador plantear una táctica mejor.El Rayo, además de esa falta de efectividad, acumula errores tácticos, como los hechos demuestran. Cuando Brindisi -un hombre del centro del campo- abandonó el equipo canario cuando apenas se había iniciado el partido y fue sustituido por un teórico delantero, Juani, que como tal actuó, no se modificó el marcaje. Y ahí estuvo Mariano, centrocampista del Rayo, actuando la mayor parte del tiempo como defensa. Cuando Nieto sustituyó a Puil-Solsona, Mariano pudo adelantar su posición y el Rayo ganó en profundidad y efectividad.

Tanto el Rayo como el equipo canario fue ron incapaces de hilvanar alguna jugada. Los fallos se sucedieron entre los hombres de uno y otro equipo. Las defensas se impusieron a las delanteras. Landáburu fue en el Rayo el único hombre que destacó por juego, inteligencia y efectividad. En el conjunto canario sé destacó principalmente su centro del campo. Falló Morete en su juego, pero no en su oportunismo, siempre eficaz.

La Unión Deportiva Las Palmas actuó con cierto conformismo, pero supo aprovechar perfectamente sus ocasiones de peligro, tan contadas como los tantos que consiguió. Después de que el primer tiempo finalizara con empate a un gol, en la segunda parte el Rayo puso en juego una mayor fuerza y velocidad. Pudo asegurar su triunfo cuando el árbitro señaló un penalti a su favor, que Tanco se encargó de lanzar y Carnevali de parar. El jugador rayista enmendó su fallo al adelantar el marcador a un Rayo con fallos, que como se pudo comprobar el domingo, al igua que el número de sus espectadores, no pudo dar más de sí.