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Tres mil personas acompañaron los restos mortales de Bienvenido Romero

El entierro del policía municipal asesinado en Madrid el viernes, Bienvenido Romero, se efectuó ayer en un clima de tristeza y silencio, sin que en ningún momento se produjeran incidentes. Los restos mortales del señor Romero fueron depositados en el cementerio de la Almudena, y acompañados en todo el trayecto por una comitiva de unas 3.000 personas. Fuentes oficiales de la policía informaron del desconcierto que reina alrededor de la muerte de los dos policías municipales asesinados. Ningún grupo polífico ha reivindicado los hechos, las dos víctimas no teman ninguna significación política, y parecen descartarse los motivos personales.

A las nueve de la mañana se celebró una misa de cuerpo presente en el cuartel del escuadrón de caballería de la Policía Municipal. Estaban presentes su viuda, Pilar Alcalde; uno de sus hijos, el alcalde provisional, señor Huete; el delegado de Seguridad y Policía Municipal, Santiago Estrada, y el inspector jefe del cuerpo. A las nueve y media salió el furgón funerario, escoltado por motoristas y seguido por cientos de vehículos, va que el recorrido se efectuó en coche en su totalidad. A lo largo del mismo numerosos efectivos indicaban el camino a seguir y regulaban el tráfico para evitar la formación de atascos, que, efectivamente no se produjeron.Al llegar al cementerio de la Almudena fue rezado un responso en la capilla de entrada, y poco después, a las 10.45 de la mañana, los restos mortales del señor Romero fueron depositados en la tumba. Cerca de cincuenta coronas de flores la cubrieron completamente. Las 3.000 personas asistentes abandonaron el lugar sin incidentes, después que el alcalde, señor Huele, les agradeciera su presencia.

Durante todo el recorrido, así como en las cercanías del Escuadrón de Caballería y del cementerilo hubo una discreta presencia de policía antidisturbios.

Según informa la agencia Efe, citando fuentes oficiales de la policía, existe cierto desconcierto en las investigaciones llevadas a cabo para aclarar la muerte de los dos policías municipales, Benjamín Díaz, muerto en Ciudad Lineal el pasado día 22 de diciembre, y Bienvenido Romero, asesinado ayer a la puerta de su casa, cerca del paseo de Extremadura. En ninguno de los dos casos se ha reivindicado los atentados, ni les fueron arrebatadas las pistolas, y las víctimas eran calificadas de personas apolíticas.

Asimismo es difícil que el atentado del señor Romero se debiera a motivos de enemistad personal, ya que por su destino de componente de la banda de música municipal estaba muy alejado del trato con los delincuentes comunes.

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