Disparos de posta contra "`Peixoto", dirigente de ETA militar, en San Juan de Luz

De «sumamente grave» era calificado a media tarde de ayer el estado de José Manuel Pagoaga Gallastegui, Peixoto, dirigente de ETA militar gravemente herido en un atentado registrado horas antes en las afueras de la localidad vascofrancesa de San Juan de Luz. Desde las cuatro a las cinco y media de la tarde varios médicos del hospital de Bayona intervinieron quirúrgicamente, por segunda vez en pocas horas, a Peixoto, que recibió seis impactos en diversas partes del cuerpo, el más grave de ellos, en la cabeza. Entre otras consecuencias, podrían ocasionarle la pérdida de la visión.

El atentado se produjo poco antes de las nueve de la mañana. Pagoaga acababa de salir de su domicillo, situado en la Place des Basques, del Barrio de Urdazuri, a las afueras de San Juan de Luz, cuando los ocupantes de una furgoneta de color blanco y con matrícula de Burdeos hicieron fuego con dos escopetas de caza cargadas con postas. El dirigente de ETA, que no llegó a perder el conocimiento, cayó abatido por, al menos, seis cartuchos. Uno de ellos le atravesó la cabeza, tras penetrar por el borde de un ojo. Un segundo, le destrozó la mano derecha, mientras otro quedaba incrustado en un pulmón.Los agresores, que en ningún momento llegaron a detener la furgoneta, abandonaron ésta a unos cientos de metros del lugar del atentado y huyeron, probablemente, en un segundo vehículo, en dirección desconocida.

La policía de San Juan de Luz que localizó rápidamente la furgoneta de color blanco, encontró en su interior dos escopetas de caza y dos pasamontañas.

Peixoto fue rápidamente trasladado a Bayona para ser Internado en el hospital de Saint Leon. A última hora de la mañana era intervenido quirúrgicamente en la mano herida y en la espalda. Entre las cuatro y cinco y media de la tarde fue sometido a una segunda operación, la más delicada. Fuentes médicas indicaban poco antes que, aun en el caso de poder salvarle la vida sería difícilmente evitable la pérdida de la visión, dado que el proyectil le había destrozado el nervio óptico. Las mismas fuentes indicaron que hasta horas después de finalizada la operación era difícil un pronóstico sobre la posibilidad de que, en caso de salvar la vida, el activista de ETA pudiera conservar íntegras sus facultades mentales.

Momentos después de producirse el antentado, diversos controles fueron instalados en las principales vías de acceso y salida de San Juan de Luz. Según informaron fuentes nacionalistas de Bayona, dos refugiados vascos fueron reterildos por la gendamería durante cerca de dos horas.

A última hora de la tarde de ayer se informaba desde Bayona que la vida de José Manuel Pagoaga no parecía ya correr peligro, pero se confirmaba que quedará ciego, según fuentes oficiosas de Bayona, citadas por la agencia France Presse