Los jóvenes argelinos propugnan radicalizar la revolución

La Unión Nacional de Jóvenes Argelinos terminó ayer su Primer Congreso Constituyente, al elegir una dirección predominante izquierdista y adoptar una declaración política en la que reafirma su voluntad de seguir aplicando la Carta Nacional, que contiene las líneas fundamentales en las que debe basarse el socialismo argelino. En el acto de clausura una intervención destacada del coronel Salah Yahiaui, volvió a perfilarle como el más firme candidato a la sucesión de Huari Bumedian y el continuador de la política trazada por el fallecido presidente argelino.El congreso de los jóvenes constituyó la penúltima piedra del edificio institucional argelino (la última etapa es el Congreso del Frente de Liberación Nacional, que dará comienzo el día 25 de este mes) y, como era de esperar, estuvo caracterizado por una presión constante de los elementos más duros de esta organización, donde parece haber sentado su feudo el Partido de la Vanguardia Socialista (PAGS), formación comunista pro soviética que actúa en una clandestinidad teórica y que, desde la muerte de Bumedian, ha emprendido una cautelosa «marcha hacia la superficie».

Considerar que la UNJA está dominada por completo por los marxistas del PAGS sería una afirmación gratuita, en la medida en que su estructura organizativa es incipiente y embrionaria, por el momento. Dicho esto, es de resaltar que el nuevo secretario general de esta organización, Nurredin Djelluli, un estudiante oranés de treinta años, es conocido como un partidario ferviente del manteniirúento de relaciones privilegiadas entre la revolución argelina y su «aliado natural» la Unión Soviética.

La organización de la juventud argelina se ha dotado de un programa de acción que va más allá de un tímido izquierdismo y que constituye, en la práctica, un factor de movilización que sobrepasa las aspiraciones actuales de la mayoría de los jóvenes, que están raramente politizados, por lo menos en términos de un radicalismo intransigente como el que define la UNJA.

Entre las diversas memorias adoptadas por el Congreso, una recomienda la reducción del número de estudiantes enviados a los países occidentales, debido a que, según se afirma, más del 70% de ellos no regresa a Argelia al término de sus estudios y se «impregnan del capitalismo».

Haciendo también abstracción teórica de las consideraciones que recomiendan el acceso a tecnologías avanzadas, varios oradores propusieron, incluso, que el grueso de estudiantes becados sea enviado únicamente a países socialistas, aunque ello equivalga a primar el factor ideológico sobre las necesidades tecnológicas.