El nivel retributivo de los ejecutivos españoles, superior al de Europa
«El país de sueño para los cuadros es España.» Se entiende que los soñadores, en este caso, son los cuadros franceses, pero es posible que a los alemanes, suizos, belgas, italianos o británicos les ocurra otro tanto.
En efecto, según un amplio y documentado estudio que, por tercer año consecutivo, ha realizado el semanario francés de información general Le Point, la remuneración anual neta, ajustada al coste de vida de un director técnico (por ejemplo) español sería de 175.769 francos (unos tres millones de pesetas). En segundo, lugar figura el cuadro equivalente francés: 152.297 francos; en tercer lugar, el alemán, con 151.538 francos, y después, el suizo, el belga, el italiano y el británico. Paralelamente, cuando se trata de otros tipos de cuadros, como pueden serlo el director financiero o el responsable de productos, los españoles también ocupan el primer puesto, de igual manera que los ingleses, en este barómetro de las ganancias de los «chicos listos» de las sociedades industrializadas, ocupan siempre el lugar de linterna roja.
El problema de los cuadros, en Francia, se planteó agudamente en vísperas de las elecciones legislativas del año pasado. Tanto si el triunfo era para la derecha, como si la izquierda hubiese llegado al poder, los cuadros franceses sabían que iban a pagar una parte sustancial de la factura del ajuste económico que imponía la crisis. Hasta el año pasado, efectivamente, el obrero y las empresas no adaptadas a las nuevas exigencias del mercado competitivo impuesto por la crisis fueron los paganos punteros del decrecimiento económico que provocó la subida del petróleo en 1973. En 1978, sus ganancias ya no fueron las mismas que el anterior, y 1979 será el primer «año negro» de los privilegia dos económicos de la sociedad de consumo.
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