Relaciones e implantación en España

Los seguidores del arzobispo Lefèbvre llegaron a España en el pasado mes de noviembre. La primera capilla de la Hermandad de San Pío X se abrió en la calle de San Bernardo, de Madrid, y su director es el reverendo Felipe Pazat, madrileño de origen francés, ordenado sacerdote por el líder del grupo en junio de 1978, en el seminario de Ecône (Suiza). El 10 de septiembre cantó su primera misa en Madrid, en un restaurante alquilado al efecto y con la presencia del arzobispo Lefèbvre.La primera capilla era de dimensiones reducidas -no más de treinta personas-, aunque buscaban entonces un local más amplio. A juicio de Felipe Pazat, los seguidores españoles del arzobispo «rebelde» se podían calcular en unos 5.000, al menos esa era la cifra de los que cotizaban voluntariamente para su sostenimiento económico.

Para el padre Pazat y, naturalmente, para monseñor Lefébvre, los objetivos primordiales son la santa misa, los sacramentos y la enseñanza del catecismo. En este último apartado, los seguidores españoles rescataron un documento familiar para quienes estudiaron el bachillerato en los difíciles años de la autarquía: el catecismo Ripalda, superado hace tiempo por la propia Iglesia.

Sobre las posibles relaciones de la Hermandad de San Pío X y el Palmar de Troya, secta religiosa peculiar que surgió en España, Felipe Cazat desmintió rotundamente cualquier posible coincidencia.

El pasado 9 de marzo, Marcel Lefèbvre visitó Madrid y pronunció una conferencia en los locales del partido político de extrema derecha Fuerza Nueva,cn la que atacó duramente la posibilidad de que el Estado español aceptara la condición de laico.