Sólo cuando la Real quedó con diez hombres ganó el Madrid

Sólo cuando el árbitro expulsó a un jugador de la Real pudo el Madrid resolver un partido que se le había puesto cuesta arriba. La Real marcó por delante e hizo las mejores cosas. El Madrid hizo un flojo partido, con varios hombres muy por debajo de su rendimiento ideal. Santillana fue el autor de los dos goles madridistas.El empate con que se llegó al descanso fue el mal menor para el Madrid, que estuvo fatal en la primera media hora de juego, com adormilado y con un alto porcen taje de fallos en las acciones individuales. La Real presentó un planteamiento sin sorpresa alguna con Satrústegui e Idígoras en punta y López Ufarte más retrasado, en apoyo de la media. Fue la superioridad en esta zona de Alonso, Zamora y Diego sobre los hombres de centro del campo madridista lo que decidió que durante la primera media hora el Madrid fuese incapaz de hacer nada de provecho, mientras la Real conseguía un tanto y daba un par de buenos sustos a Miguel Angel.

Molowny se había decidido finalmente por incluir a Roberto en el puesto de Juanito, desestimando las posibilidades de colocar a Aguilar o a Guerini. Con ello do taba al Madrid de la baza de los balones altos, pero restaba habilidad al ataque. En todo el primer tiempo la pareja Roberto-Santilla na fue incapaz de imponerse en el juego por alto en el área de la Real, con la única salvedad del gol conseguido por el santanderino ya cerca del descanso. El Madrid, incapaz de imponerse por arriba, fallaba además en los intentos debuscar otras vías de penetración por la falta de acierto en sus individualidades. Sólo en el último cuar lo de hora de esta primera parte consiguió dotar a su juego de cierto peligro, y ello fue más gracias a golpes de furia que a buen juego

Ese cuarto de hora, sin embargo, sirvió al menos para marcharse al descanso con el empate en el marcador.

La segunda mitad empezó con malos aires para el Madrid: López Ufarte, en colosal jugada, llegó hasta el mismo palo y centró cruzado. Idígoras llegó una décima de segundo tarde y el balón se le escapó fuera. Tras este susto, el Madrid volvió a dar muestras de torpeza, aunque Wolff, en unajugada aislada, picó hábilmente el balón por encima de Arconada, obligando a éste a efectuar una espectacular parada en salto hacia atrás

El partido sólo se encarriló para el Madrid cuando Jaramillo, que estaba realizando un arbitraje claramente casero, le enseñó la segunda tarjeta del partido a Gajate por choque con Pirri, con lo que dejaba a la Real con diez hombres. Ormaechea, técnico de la Real, retocó su equipo para dar entrada a un nuevo defensa a fin de que se notara menos la marcha del líbero. Satrústegui fue el sacrificado, sus tituido por el defensa Celayeta López Ufarte pasó a jugar en posición de punta y armó otro alboroto a los pocos minutos en el área madridista, resuelto con parada de Miguel Angel.

Con un hombre de más, con fe en una victoria que parecía difícil hasta entonces y con una Real enfrente desanimada y entregada y en la que Alonso bajó mucho en el rendimiento -hasta el punto de forzar a su sustitución por Iriarte-, el Madrid fue para arriba, mandó en el juego aunque sin exquisiteces, marcó un segundo gol por medio otra vez de Santillana, llevó un balón al palo y creó alguna que otra ocasión más.