Luis Enríquez: "Cambiar la imagen de la Administración llevará tiempo"
Luis Enríquez de Salamanca, gerente municipal de Urbanismo, ha ordenado una investigación que esclarezca los hechos relacionados con el plan parcial de El Tejar, en el que parecen estar implicados dos altos cargos de dicho organismo (véase EL PAÍS de 16 y 25 de diciembre). Desde el primer momento, y según declaraciones del gerente, «la investigación se presenta como muy confusa, ya que la actuación de uno de ellos fue anterior a su entrada en la Gerencia». En último caso, el marco del problema no es estrictamente jurídico, sino que se inscribe en una dimensión ética: el hecho de que personas que puedan haberse beneficiado del mal funcionamiento de COPLACO, accedan años más tarde a altos puestos.
El gerente ya ha nombrado un juez instructor encargado de hacer las diligencias oportunas y concretar las responsabilidades que puedan recaer sobre las personas que intervienen en el asunto. «Pero no podemos olvidar que el plan parcial de El Tejar no fue aprobado en Gerencia, sino por COPLACO, y que el plan fue redactado por un arquitecto del entonces Ministerio de la Vivienda, el señor Monasterio.»Señor gerente, en las cartas de réplica que se enviaron a EL PAÍS insistiendo en su acceso a la Gerencia fue años después de la aprobación del plan, lo que ya se decía previamente en el artículo aparecido el 16 de diciembre. Legalmente, o jurídicamente hablando, es posible que no haya lugar a responsabilidades. Pero lo que se plantea es otro tema. ¿Cómo es posible que personas que han estado ligadas al crecimiento desordenado de Madrid en años pasados aparezcan más tarde en puestos desde los que se sigue dirigiendo el planeamiento de la ciudad?
«En este tema entran consideraciones de tipo muy diverso. Sin referirme a nadie en concreto, ni a ningún organismo oficial, es conocido el hecho de que urbanistas o arquitectos que han trabajado en el ámbito privado aparecen después al frente de puestos oficiales. Uno de los problemas que nos encontramos es que los arquitectos se consideran a sí mismos como tales, antes que como funcionarios. Muchas veces, un arquitecto ganaba muy poco como funcionario y, en un clima de permisividad como el que hemos vivido años pasados, era muy fácil que se incurriera en una duplicidad de actuaciones. Pero ahora mismo nos encontramos con demasiados hechos consumados, y la Gerencia, con los escasos medios de que dispone, tiene que elegir entre continuar sus actividades normales o ponerse a revisar esos casos, que siempre aparecen muy confusos. Está claro en el plan parcial de El Tejar que COPLACO aprobó el cambio de una zona verde sin la autorización del Consejo de Estado ni del Consejo de Ministros, que es obligatoria. Es decir, no estoy de acuerdo en que se presente a los funcionarios de la Gerencia como responsables de esas presuntas irregularidades.»
Pero el gerente de Urbanismo, aparte de sus funciones puramente técnicas, tiene la misión de devolver a la Administración la confianza de una opinión pública que, hoy por hoy, no existe. A poco de ser nombrado como gerente, usted fue protagonista de una serie de noticias y rumores contradictorios en los que se planteaba su intención de apartar de sus cargos a personajes que, al margen de su valía profesional, no parecían haber respondido a ese imperativo de credibilidad que debían ofrecer de cara al ciudadano.
«Esa reconversión de imagen no es fácil de conseguir a corto plazo. Aún recuerdo la reacción corporativa por parte de los arquitectos de Gerencia cuando se produjo el cese, hace meses, de un alto cargo. En esta ocasión yo mismo, y EL PAÍS, hemos recibido una carta firmada por diecinueve arquitectos en que defienden la labor de sus superiores denunciados. Particularmente, y al margen de la situación de uno de ellos, que ya está fuera de Gerencia al haber pedido la excedencia, quiero decir que no tengo quejas de la labor del segundo. En esta situación de cambio político no puedo dedicarme ahora a la tarea de buscar responsabilidades. Yo espero que las elecciones municipales permitan una efectiva posibilidad de clarificación.»
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