China reforzará su frontera con la URSS
China trasladará varias de las divisiones que tiene estacionadas en las costas que miran hacia Formosa al norte de su territorio, en la zona de la frontera con la, Unión Soviética, según estiman medios militares norteamericanos.Para éstos, el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y el Gobierno de Pekín ha permitido que la cuestión Formosa deje de ser para las autoridades chinas «una preocupación importante». En este sentido es improbable que Formosa, sin el apoyo norteamericano, se decida a un ataque sobre China.
Este cambio en los planteamientos estratégicos chinos permitirá que sus planificadores militares puedan trasladar del llamado «frente oriental» -la zona marítima cercana a Taiwan- un elevado número de las cuarenta divisiones de infantería y acorazados que en estos momentos están estacionadas en dicha región.
Simultáneamente, Pekín colocará estas divisiones en la frontera china «en un esfuerzo para contrarrestar la rápida modernización y ampliación de efectos soviéticos» en la región.
Otra de las consecuencias importantes de esta nueva situación será la aceleración de los planes occidentales de venta de armas a China. Una delegación china visitó hace días Londres para ultimar detalles sobre la posible adquisición de setenta cazas Harrier, de despegue vertical.
Los chinos, y ahora con el beneplácito norteamericano, también buscan en Europa la asistencia técnica occidental para modernizar su extensa flota de aviones-caza de diseño soviético Mig-21. Se calcula que China tiene alrededor de ochenta cazas modernos Migs y otros 4.000 aviones de otro tipo menos avanzado, sobre los que busca asistencia para poner al día.
Durante casi treinta años, las autoridades chinas han mantenido que el principal conflicto que tenían en sus fronteras era la amenaza de un ataque desde Formosa. Ahora sus principales preocupaciones se dirigirán hacia la frontera con la Unión Soviética.
Es dentro de este panorama donde la asistencia occidental se considera que reforzará la capacidad defensiva de China para hacer frente a un eventual ataque soviético, según estiman estos medios militares consultados.
Para la adquisición de estas armas defensivas, tales como el Harrier de fabricación británica, China ha concertado un préstamo de 1.200 millones de dólares con un consorcio de bancos británicos. Asimismo, China está llevando a cabo negociaciones en París para un acuerdo similar con las autoridades francesas.
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