Triunfalista asamblea de motociclismo

La asamblea anual de la Federación Española de Motociclismo ha puesto de manifiesto, una vez más, el triunfalismo propio de épocas pasadas, la falta de atención al deporte de base y la ausencia de una auténtica planificación. Pero al actual presidente, Luis Soriano, ya le ha salido una oposición más o menos organizada, encabezada por el piloto y director de una revista especializada Jaime Alguersuari.Como se ha venido repitiendo en los últimos años, la presente asamblea sólo ha servido para cantar las falsas excelencias de la Federación Española de Motociclismo. Cuando el presidente alude al título mundial conseguido por un español, Ricardo Tormo, y una máquina española, Bultaco, parece como si fuera obra propia. Y cuando se alude a la potencia deportiva española a nivel internacional, y se barajan impresionantes cifras de licencias, se oculta que en nuestro país este deporte no ha progresado como los títulos y la proyección de Angel Nieto hubieran sido capaces de hacer.

Si hay un elevado número de licencias y practicantes del motociclismo podría decirse que no es gracias a los esfuerzos de la Federación que preside Luis Soriano, sino, en todo caso, pese a ellos. Porque ni han surgido en tantos años pilotos que puedan suceder a Nieto -excepción hecha de Tormo, y su nivel está muy lejos del vallecano-, ni se ha fomentado y protegido el deporte de base. Las carreras en España,las siguen ganando los mismos que lo hacían hace años -Nieto, Grau, Palomo-, y los jóvenes junior tienen que promocionarse y correr gracias al esfuerzo del propio Alguersuari y algunas firmas publicitarias.

Por otra parte, el tema acuciante de los circuitos sigue sin resolverse. Pese a que se han excluido algunos donde la falta de seguridad era manifiesta, siguen otros que aún no cuentan con medidas imprescindibles. Existiendo dos circuitos permanentes en España, Jarama y Calafat, estos tendrían que reunir, en exclusiva, las pruebas de velocidad. En todo caso, la Federación debería destinar parte de su nutrido presupuesto económico a ayudar a la creación de nuevos recintos.

Finalmente, el asunto de las organizaciones también sigue sin resolverse. Este año, los pilotos han tenido que convertirse en organizadores para lograr cubrir el mínimo de pruebas necesario para que los campeonatos recibieran tal denominación.