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John Coughran triunfa plenamente en Italia

John Coughran -veintisiete años y 2,00 metros de altura-, que jugó en el Real Madrid las dos últimas temporadas, con el que consiguió la Copa de Europa, triunfa plenamente en Italia con su nuevo equipo, Perugina, de Roma. Coughran pasó por Madrid, se reunió con sus antiguos compañeros y en la tarde del lunes sostuvo una entrevista con Raimundo Saporta en la sede de la FIBA. Sin que se concretase nada, se sabe que el Tempus fue uno de los temas de la conversación.

El día 16 de junio, cuando aún faltaban más de dos meses y medio para que Saporta abandonara el Real Madrid, EL PAIS publicaba una información bajo el título: Raimundo Saporta prepara un nuevo equipo. En ella se decía que ese nuevo equipo era el Tempus y que John Coughran podría formar parte de él porque se le había hecho la propuesta. Se la hizo el propio Saporta antes de marchar a Italia. Ya en aquella información se apuntaba que Saporta había dicho que sí a Sainz en cuanto a lo de prescindir de Coughran, porque al marcharse los dos del Madrid podrían en contrarse después en el Tempus.John Cougliran triunfa ahora plenamente en Italia. Crítica y afición le han hecho un gran recibimiento. Cuando hablan de él, lo tratan como a un gran campeón de Europa. No hay que olvidar que el Real Madrid consiguió su última Copa de Europaprecisarnente venciendo en la final a un conjunto italiano, el Mobilgirgi, hoy denominado Emerson. Se han jugado seis partidos de la Liga y Cougliran lleva una media de veinticinco puntos: «Juego muy a gusto, estoy contento de cómo estoy jugando. Tengo libertad en la cancha y puedo actuar con soltura. Habitualmente juego de alero-base, siempre de cara a la canasta, claro.» En el último partido que se celebró el viernes, Cougliran contribuyó eficazmente a que su equipo ganara en la difícil cancha del Rieti, anotando, además, treinta puntos. Mientras, su antiguo equipo empataba con el Cotonificio y su americano hacía seís puntos. El tema obliga a la «odiosa» comparación.

El proceder del Madrid ayudó, sin embargo, a Cougliran. Nadie ignora el prestigio del club y asi Corriere della Sera titulaba recientemente: «Cougliran trajo a Perugia la mentalidad de triunfo del Real Madrid.» A la vista de las actuaciones de Coughran nadie acierta a comprender cómo el Real Madrid dejó escapar a tan valioso jugador.

El que parece no estar dispuestoa dejarlo escapar es Raimundo Saporta, que quiere, o al menos le agradaría, tener al jugador en el Tempus. Se mantienen, pues, los contactos entre Cougliran y Saporta toda vez que éste tuvo que posponer, por ahora, su ofrecimiento a la vista de los muchos dólares que daban en Italia por el ex madridista. El que estando tan sólo tres días en Madrid hayan sostenido ambos una entrevista no deja de ser un síntoma. Quedaron en volver a hablar. Se piensa que Saporta quiere hacer del Tempus un equipo fuerte, el mejor de España y de Europa. No es ningún disparate pensar el poderío que tendría el Tempus con Cougliran nacionalizado y un americano bueno. Y quizá alguno de los jugadores que hoy visten de blanco. La retención termina a los veinticuatro años. Todo lo legisló Saporta en su día.

El mismo lunes, por ejemplo, y en la misma sede de la FIBA donde se produjo la entrevista con Cougliran, Saporta recibía a Juan Antonio Corbalán. ¿Para qué? Sáporta sigue en contacto con losjugadores del Madrid y en esta ocasión quería que le contasen cómo fue lo del tropezón en Badalona. Poco antes había hablado con Cristóbal. Saporta dejó definitivamente al Madrid, pero no a sus jugadores de baloncesto. Es fácil sacar conclusiones. Por otro lado, al poco tiempo de crearse el Tempus, cuando Saporta fue preguntado por el futuro del equipo, no tuvo inconveniente en afirmar: «Por ejemplo..., campeón de Europa. »

La estancia de John Cougliran en Madrid, con quien EL PAIS estuvo en contacto el lunes, sirvió para tirar un poco del hilo de nuestro baloncesto. Pocas horas después de su entrevista con Saporta, eljugador del Perugina cenaba con varios jugadores del Madrid. Sin embargo, a la cena no acudió Lolo Sainz. No fue invitado, parece que a requerimiento del jugador, porque «quiero hablar tranquilamente y sin problemas. No sería conveniente el encuentro. » No se puede ignorar que la opinión que tiene Cougliran de Sainz como técnico es de que «es un buen segundo entrenador».

Poco a poco se irán despejando las incógnitas. Saporta es bastante tozudo en cuanto a lo de fichar a un jugador que le guste. Cuando recibió a Cougliran tenía encima, de su mesa, por política o quiza por conveniencia, una revista de baloncesto italiana. Saporta sigue muy cerca la trayectoria de Coughran en Italia.

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