Mata a su hija de catorce meses obligándola a beber lejía

Una niña de catorce meses fue asesinada ayer por su padre, Lázaro Cañete de Cárdenas Cánovas, de 46 años, que, a continuación, tomó un cuchillo y apuñaló a su mujer antes de intentar suicidarse. El presunto parricida, según la versión facilitada por la policía, mató a la pequeña Soledad sobre las seis y media de la mañana, cuando obligó a la niña a ingerir una botella de lejía; posteriormente, y para asegurarse de su muerte, el presunto asesino sumergió a la niña en la bañera.

El señor Cañete de Cárdenas se armó seguidamente con un cuchillo con el que hirió a su mujer, María del Pilar Moure López, de veintidós años, y con el que se causó, a sí mismo, cuatro heridas en el estómago. Avisada la policía por los vecinos, se comprobó que la niña había muerto, en tanto el matrimonio aún daba señales de vida, por lo que fue trasladado urgentemente a la residencia sanitaria Primero de Octubre. Un parte médico, efectuado horas después del ingreso, informaba que María del Pilar Moure presentaba una herida en la zona epigástrica, de pronóstico más grave, y su marido tenía cuatro heridas incisas en la misma zona, aunque de menor consideración, por lo que su estado era grave, salvo complicaciones.Las circunstancias del infanticidio y de la tentativa de asesinato y suicidio no han podido ser totalmente esclarecidas hasta el momento. «Parecían buena gente, y yo creo que se llevaban bastante bien», manifestó Miguel. Escudero, conserje de la finca número 3 de la calle de Sapporo, en el parque Ondarreta, de Alcorcón, en Cuyo segundo piso vivía el matrimonio.

Según la información facilitada por el conserje, el señor Cañete de Cárdenas fue hospitalizado hace tiempo -no pudo precisar cuánto- en una clínica durante unos días, ya que, según parece, «le dio un ataque de nervios». En medios policiales se cree que el presunto asesino pudo actuar bajo una crisis de enajenación mental, aunque se espera a conocer el resultado de las diligencias, comenzadas ayer por el juez que tomó declaración a los heridos.