El Mundial de balonmano no se jugará en Madrid por rencillas de directivos

Madrid se quedará sin la organización de los partidos que se le han asignado como sede de uno de los grupos del Mundial «B» de Balonmano, que se celebrará entre los días 22 de febrero y 3 de marzo en nuestro país, con la participación de doce países y con clausura en Barcelona. Las tensiones existentes desde muy atrás entre la Federación Española y la Provincial madrileña, un claro disgusto no ocultado por la exclusión de Madrid de los partidos más importantes, en beneficio de Barcelona, y también problemas económicos, son las causas de esta disensión. El 8 de diciembre se conocerá oficialmente la solución a un conflicto de revanchismos y rabietas a nivel de directivos.

La guerra fría entre la Federación Española y la Provincial de Madrid viene de lejos y se ha vuelto a poner de manifiesto en la concesión de las sedes de las tres fases del Mundial «B», del que saldrán los dos países que restan por clasificar para los Juegos Olímpicos de Moscú. El antiguo presidente de la Federación Madrileña, Jesús López Ricondo, llegó a vicepresidente de la Española por su eficacia, pero ahí chocó frontalmente con la política del actual presidente, Félix Sánchez Lauhlé. Dimitió de su cargo y posteriormente perdió las elecciones pseudodemocráticas, tras impugnaciones en, la campaña electoral, pues técnicos y funcionarios de la Federación-Laulhé buscaban votos aprovechándose de su situación en el poder. El catalán Roberto Tendero, vicepresidente actual de la Española y presidente del comité organizadores quien se ha enfrentado ahora directamente con la Madrileña, que dirige José Luis Martín, vicepresidente provincial antes de la desaparición de Ricondo. Se ha planteado incluso otro roce Barcelona-Madrid por este motivo, pese a representar a la Federación Española.La composición de los cuatro grupos, con tres equipos cada uno, y sus distintas sedes, quedó establecida la pasada semana por sorteo de esta forma: grupo A (Madrid): Suecia, Bulgaria y Noruega; grupo B (Murcia y Alicante): Hungría, Francia y Suiza; grupo C (Zaragoza): España -que eligió como país organizador de su grupo-, Holanda y Austria; grupo D (Sevilla y Málaga): Checoslovaquia, Islandia e Israel. Se jugarán, pues, tres partidos en cada grupo y se clasificarán para la siguiente fase los dos primeros de cada uno, ocho en total, que formarán a su vez dos nuevos grupos -fase media-, cuyos encuentros se jugarían en Madrid -primeros y segundos de los grupos A y B- y en Barcelona -primeros y segundos de los grupos C y D- La Ciudad Condal sería escenario también de los partidos finales entre los dos primeros clasificados de estos dos grupos. Madrid contaría así con un total de seis encuentros, tres de la fase previa -que se jugarían en Leganés- y tres de la media. Sin embargo, el problema surgió ya en el mes de julio. La provincial madrileña solicitó la concesión de partidos de la fase final, petición denegada por la Española, que adujo motivos técnicos y deportivos para su negativa. Esto no gustó a la Federación madrileña, entre otras razones, porque Tendero, presidente del comité organizador, había visitado todas las sedes e instalaciones donde podrían tener lugar los encuentros, a excepción de Madrid. El posible revanchismo de unos directivos y la rabieta de otros inició así el conflicto, como lo prueba también el hecho de que en la Federación madrileña no conocen oficial ente el resultado del sorteo de los grupos, y sí sólo a través de la prensa.

Problemas económicos

Todas estas tensiones se reflejan en una serie de escritos cruzados, durante más de tres meses, por ambas federaciones, lo que produjo una demora en el comienzo de las gestiones para concretar la organización de los encuentros. La Federación madrileña inició tarde las negociaciones con el Ayuntamiento, la Diputación, el Gobierno Civil y algunas casas comerciales, que podrían sufragar los gastos económicos que esto supondría, puesto que cada Federación debe depositar en fianza 300.000 peseIas por encuentro, a disputar en su sector, y Madrid tendría que abonar dos millones por seis partidos. Pero todos estos organismos citados, al comprobar que definitivamente no se celebraría la fase final en Madrid, rompieron las negociaciones y negaron ron ayuda. La Federación madrileña -como todas las demás de casi todos los deportes en este país- no dispone tampoco de esa cantidad y en principio pareció renunciar por ello a la organización de su grupo.Sin embargo, ayer se nos informó que la última postura adoptada por la Provincial de Madrid se reflejó en una carta enviada a la Española, en la que se aceptan los partidos concedidos, aunque no a la responsabilidad del depósito previo de esos dos millones de los que carece. En la Federación Española, por su parte, se nos dijo que, efectivamente, esa carta existe y que será el día 8 de diciembre cuando el comité directivo adopte su decisión final. Esta será, casi con toda seguridad, negativa, en cuyo caso Jaén podría ocupar la vacante de Madrid. Acerca de esas tensiones existentes -el único presidente que no asistió al sorteo fue el de Madrid-, en la primera se piensa que todo puede deberse a un intento de mezclar rencillas y justificar incapacidades por parte de la Provincial. Esta -según la Española- no se ha movido con la eficacia y las ganas que otras federaciones han puesto en lograr los medios y llevar a efecto la organización de un Mundial «B», que va a costar unos quince millones, gastos que correrán exclusivamente de parte de las sedes, puesto que el Consejo Superior no aporta ninguna cantidad.