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El Gobierno, dispuesto a un 13% los aumentos salariales

Al término de la reunión de ayer -más de seis horas- entre el vicepresidente segundo, Fernando Abril, y los dirigentes de las centrales mayoritarias, CCOO y UGT, el ambiente de optimismo que se podía captar entre los líderes sindicales era mayor. Asimismo, se notaba una predisposición a la firma de algún tipo de acuerdo. De momento, se han creado comisiones de trabajo y se confirma la posición del Gobierno de limitar los aumentos salariales al 13%.Afirmaciones como las realizadas por el representante de Comisiones, Nicolás Sartorius, en el sentido de que «los acuerdos son fundamentales, ya que en caso contrario lo pasaremos muy mal», o de Nicolás Redondo, señalando que «sabemos que hay que ceder, pero no más de lo necesario», son más que significativas, y dejan entrever un clima de mayor confianza.

Nicolás Redondo señalaba, sin embargo, al término de la reunión que las diferencias son todavía profundas, y que no podía mostrarse rotundo sobre si habría o no acuerdos.

De la reunión, sí quedó claro la necesidad de deslindar las competencias del Gobierno, sindicatos y empresarios, por un lado, y la de los partidos políticos, por otro, ya que por el Parlamento han de pasar leyes que como la de negociación colectiva es de su exclusiva competencia. En este punto, el más claro fue Nicolás Sartorius, quien señalaba que «las negociaciones tienen un techo, ya que tanto los presupuestos como otros tipos de leyes deben pasar por el Parlamento. Los partidos deben entrar en las negociaciones, y en este sentido hemos invitado al Gobierno para que llame a negociar a los partidos parlamentarios».

Otra de las necesidades expuestas por los dirigentes sindicales fue la de clarificar el panorama político como única fórmula para fomentar la inversión privada al crearse un clima de confianza que actualmente no existe.

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CCOO y UGT muestran mayor receptividad a la firma de un acuerdo

(Viene de primera página)

Las centrales se mostraron igualmente de acuerdo en solicitar un incremento de recursos del Fondo de Acción Coyuntural, ya que si se quiere que la tasa de desempleo no se vea íncrementada no existe otra solución de aumentar las dotaciones para luchar contra el paro.

Uno de los acuerdos concretos que salieron de la reunión de ayer fue la creación de tres comisiones técnicas que estudiaran la devolución del patrimonio sindical, la política de empleo y la negociación colectiva.

Sobre relaciones laborales, tanto CCOO como UGT expusieron la necesidad de que se sustituyeran los comités de empresa por las secciones sindicales, cambio que no es aceptado por la CEOE si no es a cambio de una flexibilidad de plantillas, que a la vez es rechazada por los representantes de los trabajadores.

Otra de las cuestiones que al parecer quedaron claras, y en la que el Gobierno no está dispuesto a ceder, es en la fijación de un tope máximo para las alzas salariales en un 12 ó 13 %, cifra esta bastante inferior a la propugnada por los sindicatos, que oscilaban entre un 15 y un 16%.

La sesión de ayer se planteó como un intento de conciliar puntos discrepantes entre tres partes que difieren respectivamente en aspectos fundamentales.

Hoy el Gobierno habla con la patronal, en un diálogo que parece más fácil que con las centrales, aunque por lo parcial tampoco supone un avance sustancial.

Las declaraciones de los líderes sindicales, políticos y patronales coinciden en la importancia de los pactos, aunque en el fondo no dejan de poner de manifiesto la inviabilidad de los mismos en estas circunstancias. Líderes sindicales de UGT y CCOO que ayer por la mañana mantuvieron una reunión de coordinación indicaron, antes de entrar en Castellana, 3, que en ningún caso aceptan prorrogar los actuales convenios o retrasar su negociación antes de que acabe el año. Si no hay acuerdos -dicen- se negociará sector por sector y empresa por empresa, responsablemente, como se ha hecho hasta ahora.

La tesis del 13% de aumento de salarios es la primera vez que se concreta. Anteriormente el Gobierno había hablado del 12 ó 12,5 576, mientras que UGT reiteraba el 14% -16% declararon ayer- y CCOO se apuntaba a una tasa idéntica a la que determine el índice de precios al consumo al acabar este año (entre el 15,5% y el 16%, según las previsiones de los expertos).

El punto que ha concentrado la atención de las distintas partes es el del objetivo calificado de innegociable por el Gobierno de limitar el incremento de los precios en 1979 al 10%, es decir, reducir en seis puntos la tasa de este año. Para las centrales este objetivo parece demasiado riguroso y alcanzable únicamente a base de un severo control de rentas. En medios empresariales tampoco se muestra demasiada satisfacción por este objetivo que implica una política monetaria rigurosa y una demanda interior poco vigorosa. Se trata de un tema de filosofia de política económica fundamental que entraña aspectos electoralistas y de corto plazo.

Los expertos señalan que mientras no se controle la inflación a límites razonables, los costes de financiación serán muy elevados y las posibilidades de invertir para reducir el paro muy reducidas.

Desde medios sindicales se, señala, sin embargo, que la mitificación de los objetivos programáticos no conduce a nada.

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