Las derrotas del Barcelona, Athlétic y Valencia destacan aún más al Madrid
La victoria del Las Palmas en Vigo y el empate del Madrid en el Manzanares, alteraron el signo casero de la undécima jornada. Ambos tanteos son importantes, si bien por los dos polos opuestos de la tabla. El Madrid se destaca aún más en cabeza con cinco equipos ya a cuatro puntos, ventaja ciertamente sustanciosa. El Celta también se queda sólo, pero por abajo, y su situación resulta ya poco menos que angustiosa cuando todavía queda mucha Liga, único consuelo al que pueden agarrarse los gallegos. Athlétic, Barcelona y Valencia volvieron a defraudar y fueron derrotados en sus salidas ante rivales en principio asequibles, salvo en el caso de los azulgranas en Gijón.
El Spórting superó al BarcelonaNo pudo el Barcelona arrancar algo positivo en El Molinón, terreno propicio al Spórting, que no ha cedido aún ningún punto. Quini, que marcó tres goles, se constituyó en el elemento decisivo del choque, recordando al olvidado goleador de temporadas atrás. El equipo de Muller plantó cara, sin embargo, en la primera parte, en la que llegó al descanso con empate en el marcador. La lesión de Asensi y el penalti de Olmo a Abel destrozaron sus intentos y el Spórting acabó logrando un triunfo ya sin inquietud.
Nueva derrota del Athlétic
El Huelva estuvo a punto de infligir un severo correctivo al Athlétic. Llegó a contar a diez minutos del final con tres goles de ventaja, pero la reacción final, muy tardía, de los bilbaínos apretó el marcador de un partido que sólo tuvo color andaluz. El Athlétic falló en defensa y ofreció una penosa imagen. El equipo de Koldo Aguirre, tras su derrota el pasado domingo ante el Burgos, parece haber entrado en un bache tremendo que confirmó con su pésima actuación ante un Huelva crecido y hábil en su ataque que forzó numerosas ocasiones comprometidas para Iríbar.
Resultado engañoso en La Romareda
El abultado marcador no refleja ciertamente lo ocurrido en el terreno de juego. Ninguno de los dos equipos realizó un buen partido, pero el Zaragoza fue más resolutivo de cara al marco de Pereira, mientras el Valencia desperdició torpemente sus numerosas ocasiones. Hasta que el conjunto maño marcó su segundo gol, el resultado estuvo en el aire, aunque luego acabó con una victoria fácil del Zaragoza que encontró, sin embargo, muchas dificultades.
El Español ganó de penalti
Mal partido el que jugaron Español y Salamanca, con excesiva dureza en las acciones de casi todos los jugadores. El equipo charro se adelantó en el marcador, pero le faltó fe para arrancar algo positivo en Sarriá y se vio finalmente desbordado en el marcador por un gol de penalti que transformó el especialista Marañón.
Grave derrota del Celta
El goleador argentino Morete metió en un puño al Celta con sus dos goles, que sitúan al equipo vigués a un paso del descenso. El Celta se perdió en sus enormes ganas y voluntad, pero le faltó siempre capacidad de remate ante un Las Palmas sobrio y seguro atrás y tremendamente eficaz de cara al marco gracias a la gran actuación del señalado Morete.
Fácil victoria de la Real ante el Rácing
El meta racinguista Damas salvó con su espléndida labor de una derrota más contundente a su equipo. La Real marcó pronto, y se vio lógicamente favorecida por la expulsión de Quique y apenas fue inquietada por el equipo santanderino, aunque éste presentó dura batalla y derrochó coraje.
El Hércules superó el escollo burgalés
El Hércules logró salvar la visita del siempre incómodo Burgos, rey del empate, que había vencido la jornada anterior en San Mamés. El tempranero gol de Abad serenó los ánimos alicantinos y al final, aunque el Burgos inquietó a veces, salvó la papeleta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.