Los cuarenta despidos de Sener, vistos para sentencia
Con la realización de la prueba de confesión judicial a cargo del director general de la empresa, señor Sendagorta, culminó ayer en la Magistratura de Trabajo número 1 de Vizcaya el juicio promovido por cuarenta técnicos de Sener, despedidos a raíz de su participación en la huelga general por la amnistía de mayo del 77.El pasado día 10, el juicio hubo de suspenderse tras varios aplazamientos por motivos tales como la recusación del magistrado por parte de la empresa, la incomparecencia de los representantes legales de esta última y el desalojo de la sala por una amenaza de bomba.
El juicio, año y medio después de los hechos que provocaron los despidos, había despertado una gran expectación en los medios laborales vascos, tanto por su relación con el tema de la amnistía en general -y de la amnistía laboral en particular-, como por las características de Sener: una empresa de proyectos con una plantilla de quinientos trabajadores de los que una gran parte eran ingenieros y técnicos muy cualificados. Los despedidos expresaron desde el primer momento su convencimiento de que el motivo real de las sanciones no era la participación en la huelga general de mayo del 77 -por otra parte, ampliamente seguida en todo el País Vasco-, sino el intento de «descabezar el movimiento de sindicación de los cuadros técnicos, del que Sener estaba marcando la pauta».
El señor Sendagorta insistió en que el único motivo de las sanciones era la participación en una huelga ilegal, a lo que los representantes de los trabajadores respondieron mostrando la paradoja que supone conceder la amnistía política a personas condenadas en su día a decenas de años de cárcel y negársela «a quienes lucharon por conseguirla».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.