Hoy podría terminar la larga huelga de la Ford británica
La huelga de 57.000 trabajadores de la compañía automovilística Ford en Gran Bretaña, ahora en su novena semana, puede finalizar hoy si las asambleas que han de celebrarse en sus veintitrés factorías deciden respaldar la aceptación por sus representantes sindicales de la última oferta de la empresa. La vuelta al trabajo se efectuaría el viernes.El equipo negociador de los trabajadores aceptó en la noche del lunes, tras una nueva ronda de conversaciones de tres días de duración, un aumento salarial que mantiene el 16,5 % anterior, pero del que se han suprimido las numerosas condiciones que imponía la compañía para el cobro de una «prima de asistencia», que supone casi el 5 % de la subida. Transformada ahora en «prima de eficiencia», será cobrada en cualquier circunstancia, con la excepción de las situaciones de huelga.
La ratificación del acuerdo por los trabajadores pondría en unas 15.000 pesetas semanales los salanos de la mayoría y en alrededor de 19.000 los de los más especializados. Ford se ha mostrado absolutamente intransigente sobre la reducción de la jornada sernanal a 35 horas, aunque ha cedido en otras mejoras sociales reivindicadas por sus trabajadores manuales.
El Gobierno británico espera ahora la consumación del acuerdo para lanzar sobre la firma automovilística todo su aparato sancionador. El ministro de Hacienda ha anunciado reiteradamente que los quebrantadores del 5 %, tope de las subidas salariales fijado por el Gabinete, habrán de afrontar las consecuencias. La intransigencia con que el primer ministro ha defendido su programa antiinflacionario, al coste incluso de enajenarse el apoyo sindical, hace prever que el primer movimiento gubernamental será la prohibición a sus departamentos de comprar vehículos Ford, un capítulo por el que la multinacional norteamericana ingresa, cada año alrededor de 15.000 millones de pesetas.
No es probable, sin embargo, que la firma automovilística se arredre ante la pérdida de 15.000 millones después de haber perdido 60.000 por la huelga en curso. En cualquier caso, el señor Callaghan, no podrá ir mucho más allá contra la Ford, no sólo porque corre el riesgo de enfrentarse también con los empresarios, sino porque la compañía norteamericana tiene planes de inversión en Gran Bretaña que totalizan miles de millones de pesetas y suponen muchos nuevos puestos de trabajo, algo que el laborismo considera de vital importancia. La reducción del paro -que este mes ha disminuido por tercera vez consecutiva, para situarse algo por encima de 1.300.000 personas- es uno de los objetivos prioritarios anunciados por el señor Callaghan en su programa de gobierno para esta quinta y última sesión del Parlamento, un programa con el que el primer ministro pretende ganar las próximas elecciones.
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