Negociación de un "pacto social" en la CEE
Hoy en Bruselas se celebra la tercera reunión anual entre empresarios, sindicatos y Gobiernos para negociar una especie de «pacto social» a la europea que cubra los nueve Estados miembros del Mercado Común. Cada bando acude con sus argumentos, necesidad de rentabilidad desde el punto de vista patronal, lucha contra el paro como objetivo sindical, sin que nadie espere milagros de ese tipo de reuniones que en sus anteriores ediciones poco aportarona nivel de realidades prácticas.
En su actual fase de la «conferencia tripartita» se marcan como objetivos cuatro puntos prioritarios: primero, definir un crecimiento selectivo que tenga en cuenta las necesidades actuales de la sociedad europea; segundo, una reestructuración económica industrial, tanto de los sectores en crisis como de los sectores rentables; tercero, la definición de una estrategia para una mayor estabilidad monetaria (Sistema Monetario Europeo), y cuarto, una política de lucha contra el paro.Tales orientaciones fueron definidas por la Comisión Europea y presentadas por su responsable en asuntos sociales, el holandés Henk Vredeling, a los Gobiernos, patronales y organizaciones sindicales de los «nueve» de la CEE. Su acogida es favorable, en general, aunque existe cierto escepticismo, por parte sindical, de que se logren avances importantes.
El secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Mathias Hinterscheid, destacó que «el crecimiento económico deberá asegurar en el futuro una regresión considerable del paro». La CES, que agrupa a 35 millones de afiliados, repartidos en organizaciones sindicales en diecisiete países europeos (entre las que figuran las españolas UGT y STV, y a la que ha solicitado su ingreso CCOO) propone que se añadan a las orientaciones de la Comisión Europea, en su capítulo de lucha contra el paro, reglas específicas para una reducción del tiempo de trabajo, acompañada de medidas para la creación de nuevos empleos.
Según cifras de la CES, las Comunidades Europeas contarían, en la actualidad, con unos nueve millones de parados (seis millones registrados y otros tres de paro encubierto) para una población activa de unos cien millones de personas en el conjunto de los «nueve» Estados de la CEE. Los sindicatos piden a los empresarios una «actitud más positiva en las negociaciones sociales». Interrogan a los Gobiernos sobre la necesidad de medidas suplementarias de lucha contra el paro, a definir en la próxima cumbre europea de jefes de Estado o de Gobierno de la CEE, del 5 y 6 de diciembre, en Bruselas. Reclaman una expansión de la inversión pública. Un programa de ayuda económica, al estilo del Plan Marshall, para las regiones menos desarrolladas de la Comunidad. Prioridad para las inversiones en sectores claves de la economía europea, como la energía. Y, por último, que los empresarios acepten negociar con los sindicatos un acuerdo-marco de reducción del tiempo de trabajo, sobre una base de reducción del orden del 10% dentro de unos años.
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