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Piove, porco Governo

«La anécdota es auténtica. La oyó en directo mi amigo el profesor liberal Pedro Schwartz en una playa italiana el verano pasado. Una familia aborigen acababa de instalar la sombrilla y los utensilios de playa cuando empezó a llover. La reacción del jefe de la tribu fue inmediata, repentina: «Llueve; cochino Gobierno.» Esta reacción tan italiana es también muy española en esta hora de ahora.Los ciudadanos de este país -súbditos silenciosos largo tiempo- hemos decidido presentar en público todas nuestras demandas insatisfechas de tantos años. De golpe y porrazo. Todas a la vez, amontonadas e indiscriminadamente. Las puertas de la democracia se han abierto con la presión de un torrente de peticiones urgentes, prioritarias e inaplazables. Es una reacción en cadena en la que unas peticiones siguen a otras ininterrumpidamente, todos los días, sin tregua ni descanso. La opinión pública transmite un clima de prisa como si el no presentar la petición, como si el no reclamar la urgencia pudiera dar lugar al vencimiento del plazo. Parece que la ventanilla de las solicitudes fuese a cerrarse o que la prioridad está en función de la fecha de presentación de la demanda. Y las solucidries tardan... «Porco governo.»

Podemos seguir por este camino de exigencias inmediatas. Pero habrá que advertir de antemano que este país nuestro no da para tanto. Que es imposible resolver todos los problemas acumulados de años, cuando no de siglos, en los próximos días o semanas. Que muchos de ellos necesitarán años para resolverse y algunos no se acabarán de resolver del todo por muchas que sean las manifestaciones, por grande que sea la impaciencia, por flagrante que resulte la injusticia. La democracia no tiene fórmulas mágicas para resolver esos problemas acumulados de tantas esperas, sea quien sea quien gobierne. La democracia es un camino de iíbertades para encontrar soluciones. Pero sólo un camino

Pues bien, es posible -aunque no es probable- que se pueda hacer mejor de lo que lo estamos haciendo. Y aun así seguiría siendo verdad que este país no da para resolver de un plumazo los mil problemas que quedan pendientes. Con estos ministros o con cualesquiera otros. Con este Gobierno o con otro distinto. De este partido o de otro partido.»

5 noviembre

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