La Federación Socialista Madrileña, contra la subasta de Las Ventas

La Federación Socialista Madrileña del PSOE (FSM), por medio de su portavoz José Beato, secretarío de prensa, ha declarado a EL PAIS, que la actual Diputación carece de legitimidad democrática para arrendar durante cinco años la plaza de toros de Las Ventas, sobre todo ante la inminencia de las elecciones municipales. De estas elecciones, continúa el portavoz de la FSM, saldrá una Diputación democrática, única legitimada para realizar cualquier tipo de contratos.«Es muy poco lo que le queda de existencia a la actual Corporación. Por tanto, la próxima, surgida de las elecciones, no tiene por qué torear este embolado», dijo el señor Beato. Entre otras consideraciones que los socialistas hacen al concurso-subasta de Las Ventas, se señala que la Diputación puede intentar de alguna manera sustraer a cualquier tipo de control, una importante fuente de ingresos.

«El propio contenido del pliego de condiciones por su ambigüedad nos sugiere nuevas dudas -añade-. Si los precios no pueden incrementarse más de un 35 % sobre los de 1978, ¿cuáles son los precios que determinan esta subida?, pues corridas y novilladas de similar categoría tuvieron esta temporada precios diferentes.»

«El desarrollo de las últimas temporadas -sigue diciendo el secretario de prensa del PSOE- se puede evaluar como negativo, dado el deterioro de la calidad de los festejos. Se llegó incluso, en ciertas corridas, a provocar alteraciones del orden público. Los aficionados, los únicos que sostienen la fiesta, se han sentido defraudados. Una organización de festejos, en los que la categoría de los toreros iba en proporción inversa a la calidad y presencia del ganado; además, las múltiples violaciones del reglamento, especialmente en la suerte de varas, petos, puyas o contrata de caballos. Todo esto valoramos que viene dado por el oligopolio de empresarios y por la dejación por parte de la Administración local.

La solución que la FSM propugna es la gestión directa por la Diputación de la plaza de toros; e iniciar así el camino de devolver a la fiesta la categoría que siempre tuvo en Madrid.