Los trabajadores de la Ford británica no aceptan las propuestas de aumento de la empresa

La huelga en la Ford británica ha llegado a su mes y medio de duración y afecta gravemente la producción de automóviles en todos los centros europeos de la multinacional norteamericana, aunque se han realizado algunos progresos en las conversaciones entre la compañía y los sindicatos.

La dirección de Ford ha aumentado sucesivamente su ofrecimiento salarial, del 5 al 8%, hasta la cifra actual de 12,5%. La oferta actual incluye un pago del 4,5% por la asistencia regular de los trabajadores a las fábricas.Se han registrado quejas frecuentes de la dirección británica de las fábricas de vehículos en el sentido de que el nivel de absentismo en la industria es demasiado alto.

El sindicato no se muestra conforme con esta nueva cláusula, pero le satisface que el ofrecimiento de Ford avance un tanto hacia la petición inicial del 20%. Al proseguir las conversaciones, los negociadores formaron ayer un grupo de trabajo para elaborar proposiciones aceptables.

Mientras tanto, en otra fábrica norteamericana de vehículos, los trabajadores del grupo Vauxhall de la General Motors, en la planta de Elesmere, decidieron postergar el paro que debía comenzar ayer. Decidieron ir a la huelga en oposición a los trabajadores de otras plantas Vauxhall que se han negado a respaldarlos.

La decisión en Elesmere Port la tomaron los miembros de la Unión de Trabajadores Ingenieros (AUEW) que es la organización de elementos cualificados.

Los miembros del mayor sindicato, el del Transporte y trabajadores Generales, no han tomado todavía una decisión, pero se espera que respalde la acción de la AUEW.

La decisión de los trabajadores de Vauxhall contra la huelga se debió en parte a la falta de buenos resultados de la compañía en el mercado británico durante los últimos años.

La Ford estima que la huelga le está costando 520 millones de dólares y ha hecho descender su stock de automóviles desde 50.000 a 10.000.