"Ni Constitución del inmovilismo ni de la revancha"
«Una Constitución es un pacto social a partir de una realidad y son muy importantes las reacciones de la sociedad a la hora de cumplir ese pacto. Mi grupo ha participado activamente en los trabajos de elaboración de esta Constitución y sólo ha quedado al margen cuando ha sido excluida intencionadamente. Nos plantea graves problemas la introducción de la palabra «nacionalidades», que consideramos incompatible con la unidad del Estado, así como la regulación de los temas relacionados con la familia y la libertad de enseñanza, la poco clara regulación de las expropiaciones forzosas y de la libertad empresarial, pilar de la sociedad.En la parte orgánica estimamos que se ha constitucionalizado innecesariamente el sistema electoral proporcional y el distrito provincial.
Para muchos españoles y para la base de AP, la respuesta a la pregunta "¿Qué hacemos con la Constitución?" nos la han puesto difícil. La actual coyuntura requiere conciliación y entendimiento, que han quedado ensombrecidos por los graves peligros que, a nuestro juicio, acechan a la unidad nacional y los problemas relacionados con la educación y la familia.
La junta nacional de Alianza Popular ha optado por la esperanza v recomienda el sí a la Constitución, que esperamos sea la de todos los españoles y no la Constitución del inmovilismo o de la revancha. De cualquier forma, en el programa prioritario de nuestro partido figurará a partir de ahora la reforma constitucional.
A quienes crean que hoy me siento incómodo en esta tribuna debo decirles que nunca me he sentido más portavoz de mis compañeros, los que han votado sí, los que en conciencia han votado no o los que se han abstenido para expresar así su acatamiento a la voluntad de la Cámara, como acatarán en su día la voluntad soberana del pueblo expresada en el referéndum.
Su celebración debe realizarse manteniendo el Gobierno la paz ciudadana, y creo que hay que recordar el nuevo atentado en el País Vasco, la bomba contra EL PAÍS y el escándalo radiofónico. Y si el pueblo se va a acoger a la Constitución como a una tabla de salvación conviene también recordar que lo fundamental es la seguridad de las personas y sus bienes, y, por encima de todo, la unidad, de España, y a la Constitución sirve para asegurar estos tres puntos o fracasará, como en otras ocasiones históricas. Nosotros deseamos su éxito para el bien de España. Las dos cosas que más preocupan hoy a nuestro pueblo son la seguridad de las personas y de los bienes y que el producto de su trabajo no se vea deteriorado por la inflación y, por encima de todo esto, la unidad de la patria.»
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