Se mantiene la candidatura al ingreso en la Alianza Atlántica

Más de ocho horas han durado los debates sobre la ponencia de política exterior del congreso de UCD, redactada por el ponente y secretario de relaciones exteriores de este partido, Javier Rupérez. El resultado de este trabajo ha sido el de cambiar sensiblemente el texto inicial, «demasiado literario y conservador» a los ojos de muchos, y para ello se han presentado más de sesenta enmiendas. Enmiendas a las que sutilmente se les llamó sugerencias, parario herir al ponente y evitar un procedimiento y un posible enfrentamiento que luego tuviera reflejos importantes en el pleno.Puntos significativos de las reformas del texto de Rupérez han sido el tema de la Alianza Atlántica y las relaciones con Israel. Sobre la Alianza Atlántica se ha rebajado sensiblemente el entusiasmo inicial. Se mantiene la candidatura al ingreso en la Alianza, Tratado de Washington -lo que excluye, por el momento, la candidatura al ingreso en la organización militar OTAN- como objetivo político, pero con «amplio apoyo popular y parlamentario con un profundo debate en las Cámaras legislativas en el momento oportuno».

El texto final se refiere a que la solución del problema gibraltareño es condición sine qua non para que UCID apoye la entrada en la OTAN, a la vez que exige que la Alianza deberá precisar, en su momento, el área de cobertura, lo que incluye una mención indirecta a Ceuta, Melilla y Canarias.

Sobre este último tema hay que señalar que los diputados de Tenerife se abstuvieron de votar favorablemente la ponencia en el pleno, porque temen la presencia de la bomba de neutrones en el archipiélago.

También en las relaciones del norte de Africa y relaciones con el Polisario hubo rectificaciones. El comunicado insiste en que no se ha reconocido ninguna soberanía sobre el Sahara y recuerda con matices ligeros, y sin muchos compromisos, las líneas generales del comunicado que Rupérez firmó en Argel hace una semana con el Frente Polisario.

También se ha convertido en novedad el hecho de que la ponencia aprobada incluye en su programa la necesidad del reconocimiento inmediato del Estado de Israel. Asimismo, se han quitado menciones a las potencl as hegemónicas EEUU y URSS; se anuló la literatura romántica sobre la emigración de españoles, a petición de gallegos y andaluces, que consiguieron incluir en el texto temas relativos a ayudas de estudios y financieras para emigrantes, de vivienda para los retornados y garantías de defensa de sus intereses en la CEE. Sobre el tema comunitario, pocas modificaciones. Calvo Sotelo borró, para evitar problemas, el párrafo que anunciaba el deseo de UCID de que se renegociara el acuerdo preferencial de 1970 hispano-comunitario que ahora desaparece. El ministro Oreja intervino varias veces para apuntar precisiones técnicas, y el senador Luis Míguez Enciso fue, en definitiva, quien llevó la voz cantante a la hora de acercar la ponencia a sectores menores conservadores y más progresistas.