Según la autoridad, en Las Ventas nunca se usaron manguitos
En la última corrida de toros celebrada en Las Ventas, todos los caballos que se utilizaron para picar llevaban manguitos. En la novillada del día 8 salieron con sólo los delanteros, y abiertos por la parte de atrás. Una foto que publicaba EL PAÍS el pasado jueves mostraba la evidencia de la utilización de estos añadidos. Nos extrañaba que la autoridad se viera impotente para impedir esta corruptela, y así nos manifestamos reiteradamente.
Pero nuestra sorpresa es que la autoridad, a juzgar por el testimonio al que ahora me referiré, no sabía nada del asunto e insiste en que los rnanguitos no se han utilizado en Las Ventas. ¿Hay aquí magia? ¿Debemos sospechar que El Pimpi (que es quien viste a los caballos) tiene poderes parapsicológicos?En la novillada del día del Pilar, al llegar a la plaza, me abordó un delegado de la autoridad: « Vidal, tengo mucho interés en hablar con usted. Está tratando estos días en su periódico del asunto de los manguitos, y he de decirle que se equivoca, pues en esta plaza no se usan nunca.» «No me diga.» «Sí. Insisto: nosotros examinamos concienzudamente los petos, y le aseguro que no llevan tales añadidos.» «No lo dirá por los dos últimos festejos. En el primero de ellos, los caballos salieron con los manguitos completos; en el segundo, sólo con los delanteros.» «Imposible.» «Para mejor prueba, ahí tiene usted la foto que publica hoy EL PAÍS. Se aprecian claramente. »
Llega en ese momento el fotógrafo Botán y confirma lo que decimos. «Esa foto -dice el delegado de la autoridad- puede no significar nada, pues depende de qué es lo que llaman ustedes manguitos.» «Los manguitos son..., los manguitos; las bragas o pantalones o como quiera decirlo que les ponen a los caballos y luego cubre el peto.» «Pues no hay tal cosa. Aquí no se usan. Si quiere, pase usted conmigo a comprobarlo a la puerta de cuadrilla. Es más: el domingo le invito a que vea conmigo la corrida desde el callejón, y cada vez que termine la suerte de varas, pasamos al patio, para que pueda usted comprobar, directamente, cómo los petos son reglamentarios.»
En eso quedamos. Pero jamás se afirmó aquí que los manguitos se usarán en el futuro, sino que los utilizaron en los dos festejos mencionados. Tenemos pruebas fotográficas. Lo que nos asombra es que nosotros los veamos perfectamente desde el tendido, e incluso desde allí podamos fotografiarlos, mientras la autoridad ni se entera, aunque los tiene delante de sus narices, pues inspeccionan los petos, que incluso puede tocar con la mano. Qué misterio tan grande.
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